Un país al que todo el mundo quiere ir no debe ser tan infeliz… en teoría. Pero un estudio llevado a cabo por la Universidad Carlos III de Madrid sobre los flujos migratorios demuestra que las teorías no siempre coinciden con la realidad. Entre los 112 estados analizados en el ranking de la felicidad, España ocupa la 49ª posición. “Resulta relevante que tenemos muy mala puntuación en variables relacionadas con actitudes y creencias sobre nuestra vida y la de los otros: importancia de la familia, amigos, trabajo, así como orgullo de nacionalidad”, comenta Juan de Dios Tena.

Las corrientes migratorias en las que se basa el estudio no solo dependen de la posibilidad de encontrar empleo, como se suele pensar, sino que también influye la contaminación, el terrorismo o las desigualdades económicas, variables que la psicología considera como determinantes de la felicidad”, añade.

En los primeros puestos del ranking aparecen Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, Suiza Noruega, Israel, Corea del Sur, Suecia Canadá o Australia, mientras que entre los últimos figuran Bolivia, Etiopía, Tanzania, Camerún, Senegal, Kenia, Nigeria, Afganistán, Sudáfrica o China.

Redacción QUO