Hasta ahora sabíamos que los polifenoles que contiene la uva tienen un poderoso efecto antioxidante (el vino tinto forma parte de cualquier dieta antiagin y también se usan en la fabricación de cosméticos), y ahora un grupo de investigadores del CSIC han descubierto que pueden ser una alternativa a los antibióticos. Estas moléculas podrían ser la base para desarrollar un tratamiento contra la bacteria Campylobacter jejuni, el patógeno que más infecciones provoca en todo el mundo. En 2007 se indentificaron en España 5.889 casos.

La importancia del descubrimiento estriba en que se abre una vía para controlar la bacteria sin recurrir a antibióticos, cuyo uso ha prohibido la Unión Europea ya que eran utilizados como promotores del crecimiento.

La Campylobacter jejuni utiliza el intestino de las aves y del ganado como reservorio, y de ahí pasa a la cadena alimentaria con gran facilidad. Adolfo Martínez-Rodríguez, uno de los investigadores, explica que «la manipulación y el consumo de carne de pollo constituye la vía principal de infección en el ser humano».

Redacción QUO