Quienes han sufrido el yugo de tener que enfrentarse a una adicción, saben de primera mano que no es tan fácil como encender o apagar un interruptor en el cerebro, pero un grupo de científicos ha podido demostrar que quizá pueda ser posible en un futuro, al menos en lo que al alcohol se refiere. Investigadores del Instituto Scripps Research de EEUU ha conseguido bloquear ese deseo de las cabezas de un grupo de ratas gracias a un sistema de rayos láser dirigidos a una parte concreta de sus cerebros. Se trata de un grupo de neuronas que se activan durante la ingesta de alcohol y que controlan esa necesidad de beber. Así que solo hacía falta tomar control sobre esa área para eliminar la adicción.

Según palabras de uno de los líderes del estudio, Olivier George: «Lo que es más emocionante acerca de estos hallazgos es que fuimos capaces de controlar su motivación para beber alcohol manejando un ‘interruptor’. Implantamos fibra óptica en lo más profundo de su cerebro y gracias a un láser pudimos inhibir estas neuronas de manera específica, disminuyendo drásticamente el consumo de alcohol y los síntomas físicos de la abstinencia». En el momento, en que los rayos láser dejaban de funcionar, los síntomas volvían a aparecer.

Young homeless caucasian male sitting in dark subway tunnel

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Este trabajo es importante ya que sugiere que el cerebro es un circuito en el que se puede intervenir al antojo de los científicos que sepan qué interruptor apretar y cómo hacerlo para intervenir en otras adicciones. Pensad en la importancia que podría tener crear una especie de implante en el cerebro de una persona para poder apagar aquellas adicciones que puedan estar poniendo en grave peligro su vida.

¿El problema? Estamos hablando de unos avances que necesitan de tecnología de última generación que ni siquiera ha sido probada en humanos. Así que los investigadores calculan una media de entre 15 y 30 años para poder ver a alcohólicos tratando su adicción con un implante en la cabeza. Eso no quita que los resultados sobre el tratamiento en las neuronas inhabilitadas puedan usarse, por ejemplo, para el desarrollo de una nueva medicación que trate estas adicciones.

Podéis acceder al estudio en Nature Communications.

Fuente: Digital Trends

Alberto Pascual García