Las cifras son alarmantes, no hay duda. La neumonía deja cada año alrededor de 900 muertes en nuestro país, es la primera causa de muerte en niños menores de 5 años y provoca alrededor de unos 300 ingresos diarios en España.

Hoy se celebra el Día Mundial contra la Neumonía, una de las enfermedades infecciosas más peligrosas con las que convivimos. Pero, ¿qué sabemos de ella realmente? ¿Cuáles son sus síntomas, cómo reconocerla? ¿Existen formas de prevenir la infección? Te contamos algunas claves básicas que debes conocer para evitar el contagio y saber cómo actuar:

1.- ¿Por qué se produce?

En la mayoría de los casos, la enfermedad se produce por microorganismos infecciosos, bacterias. Y en concreto por una de ellas: el neumococo. En otros casos, la infección proviene de virus y hongos. Su consecuencia es la inflamación de los pulmones y una mayor dificultad para respirar que puede ir en aumento y agravarse.

2.- ¿Cuáles son sus síntomas?

Los más comunes son: fiebre alta, tos, expectoración, dolor en el costado y dificultad respiratoria. Para diagnosticar la enfermedad, es necesaria una radiografía del tórax del paciente, aunque en una auscultación el doctor puede descubrir posibles indicios de neumonía.

3.- Vacunación ¿Sí o no?

Según los datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la vacunación es esencial ante esta patología (refiriéndose tanto la vacuna antigripal como a la antineumocócica y a la nueva vacuna conjugada 13 valente antineumococo). La neumóloga Rosario Menéndez (de SEPAR), asegura que “la vacunación antigripal está indicada para todos los adultos, porque todos somos susceptibles de contraer la enfermedad”.

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En cuanto a las vacunas especializadas contra la neumonía (normalmente indicadas indicadas a los mayores de 65 años), se recomiendan también en aquellos casos de adultos con «defensas disminuidas, patologías crónicas, respiratorias, cardíacas, diabéticas, del hígado o del riñón”.

4.- Extremar el contacto con niños contagiados.

El motivo seguro que te suena: los niños son los que más virus y bacterias transmiten. Se ha de tener precaución con sus excreciones, si estamos cerca de ellos, y realizar un buen lavado de manos periódico.

5.- ¿Cuál es su tratamiento actual?

Antibióticos y oxígeno en aquellos casos en los que se producen además fallos respiratorios. El problema de que la neumonía pueda ser resistente a estos fármacos, aún no se da en nuestro país de manera recurrente.

6.- Siguiente paso: el diagnóstico precoz.

Poder diagnosticar lo antes posible para poder proporcionar el tratamiento antibiótico y no dejar que la neumonía evolucione. Este es el primer reto para la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, que dedica el año 2018/2019 a las enfermedades respiratorias. El segundo reto se centraría en “tratar de descubrir el microorganismo que produce la neumonía”, asegura la doctora Rosario Menéndez (SEPAR).

7.- Otras recomendaciones para prevenirlas

Además de la vacunación, de conocer si somos caso de alto riesgo de padecer la enfermedad o contagiarnos con ella, también hay otra serie de pautas esenciales para mantenerla a raya:

– Una alimentación adecuada: en la que no pueden faltar verduras, frutas, lácteos y proteínas bajas en grasas.

– Ventilación diaria de los espacios cerrados.

– Evitar el humo del tabaco (y el tabaquismo, claro está), ya que altera la mucosa bronquial.

– Mantén una rigurosa higiene dental (según los expertos, una mala higiene dental y la aspiración constante de saliva pueden provocar neumonía, sobre todo en personas mayores).

Y, sobre todo, lo más recomendable es acudir al médico especialista ante el primer síntoma o sospecha de que podemos padecer neumonía. El tratamiento en su primera fase es la mejor garantía de éxito contra la enfermedad.

Fuente: SEPAR

Belén Robles González