La clave para curar el párkinson podría estar en el láser. Así lo asegura un estudio realizado por Anatol Kreitzer, del Instituto Gladstone de la Universidad de Stanford. Kreitzer modificó genéticamente unos ratones con párkinson para que sus neuronas que no operaban correctamente en el control del movimiento respondieran a un láser activándose o desactivándose.

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Redacción QUO