No, pero casi. Las primeras conclusiones de un estudio de la Universidad de Nijmegen (Holanda) indican que quienes tienen un mutación en el gen DRD4 tienden a beber más cuando están en compañía de gente que se excede con el alcohol, que otras personas que no tienen esa “versión” del gen. ¿Por qué? Sospechan que puede tener que ver con que el DRD4 regula el flujo de dopamina, que da la “recompensa” al cerebro.

Redacción QUO