Para dormirse antes, contar ovejas no es la mejor opción. Es la conclusión de un estudio llevado a cabo en la Universidad de Oxford y publicado en la revista Behavior Research and Therapy.

Los responsables de la investigación utilizaron dos grupos de insomnes; a uno de ellos les hicieron contar ovejas, y al otro que imaginaran escenas relajantes. Los que contaban ovejas tardaron un promedio de 20 minutos más en conciliar el sueño. Los científicos afirman que contar ovejas funciona porque supone hacer algo aburrido durante mucho tiempo, pero no es el mejor sistema. El origen de esta práctica es incierto, aunque algunos señalan a la práctica de recuento de los pastores de la antigua Bretaña.

En otro estudio de la Universidad de Oxford, sus responsables compararon personas que duermen a la primera con insomnes. En estos últimos, descubrieron que sus pensamientos pre-sueño están llenos de imágenes desagradables, ruidos del exterior, preocupaciones en general y en concreto, sobre las relaciones de pareja, así como cosas que habían hecho durante el día.

Redacción QUO