Se llama Luciana Tenorio y sus pasos dejarán huella, aquí y probablemente en Marte. Con 26 años la publicación MIT Technology Review la incluyó en el grupo de Innovadores menores de 35,  la BBC la eligió como una de los seis “jóvenes latinoamericanos que quieren revolucionar la ciencia y la medicina con sus inventos”. Ahora tiene 32 y su diseño para un alojamiento en Marte ha llamado la atención de la Nasa y la Agencia Espacial de Japón. Tenorio es, probablemente, a mujer que dará la bienvenida a quienes pisen el planeta rojo.

Esta arquitecta peruana comenzó sus estudios en su país de origen, los continuó en la Universidad Politécnica de Madrid (España) y actualmente está trabajando en un proyecto con la agencia espacial japonesa para una base en Marte. Todo comenzó cuando la Nasa convocó un concurso para crear un habitáculo que se hinchara con energía solar y estuviera basado en los neumáticos de helio que utiliza la NASA. Pese a no tener formación en ciencias, Luciana se presentó con un proyecto propio.

“Me gustan mucho los proyectos multidisciplinarios – nos explica desde Japón – . Todos los postulantes eran científicos o ingenieros pero hay muchas profesiones  que pueden intervenir en hacer proyectos extrapolables a Marte. Inicialmente mi proyecto utilizaba aluminio y una tela recubierta de algas, que contribuyen un poco a evitar la radiación, por ello lo realmente importante era usar la lógica y ampliar el área… Usar lógica contraria a la de los iglúes. En el Polo Norte, el frío precisa espacios reducidos para que la superficie caliente más rápido; en cambio, si quieres que demore en calentar debido al exceso de radiación, hay que aumentar el área. La gran dificultad era enviar todo esto al espacio”.

Tenorio desarrolló una tela de algodón con un revestimiento especial a partir de algas que le confiere una alta protección contra la radiación UV. Se realizaron pruebas en los desiertos de Utah y en Chile. La tela tiene la capacidad de plegarse y reducir su espacio de almacenaje al mínimo sin perder sus capacidades de aislamiento. Todo ello se monta sobre una estructura de aluminio que es un material ligero y más económico que la fibra de carbono.

Hasta la fecha, las pruebas realizadas señalan que el material reduce un 20% la radiación y la retención de rayos UV alcanza el 99,7%, aunque Tenorio aspira a «llegar al 100% de aislamiento para minimizar riesgos en Marte«.

“Las propuestas que se tienen de bases marcianas son casi todas subterráneas – añade Tenorio, recientemente reconocida por Mapfre en una campaña global de jóvenes innovadores –. Los astronautas pueden experimentar claustrofobia, aislamiento y estrés.Lo que quiero lograr con esta base es evitar que la persona se deprima por estar en un lugar tan cerrado. Yo me estoy enfocando en generar confort, porque finalmente es allí donde esa gente va a vivir”.

Lo importante es que todos los conocimientos que Tenorio está desarrollando para la base en Marte, permiten aplicaciones en la Tierra.”Estoy buscando aplicar estas tecnologías no solo en el invernadero, sino en el área de la arquitectura de emergencia en nuestro planeta – concluye Tenorio – . La idea es adaptar la propuesta para desarrollar estructuras más livianas y resistentes que sirvan para proteger a las personas en caso de terremotos, inundaciones, etc. en vez de simplemente darles tiendas económicas, fáciles de transportar y seguras”.