En deportes de motor, una fracción de segundo no solo determina la diferencia entre el primer y el segundo puesto, también define un campeonato. Por ello no es extraño que cada vez más escuderías recurran a todas las herramientas tecnológicas disponibles para ganar ese “parpadeo”. Una ventaja que los fines de semana “se ve en la pista y el lunes ya está en la calle”, nos confirma en una entrevista Konstantin Kostenarov, director de Tecnología de Ducati.

La escudería italiana es el único equipo de Moto GP con un sistema informático de alto rendimiento en la pista: las motos están equipadas con más de 50 sensores que evalúan parámetros como la humedad (del ambiente y de la pista), combustible (por sectores), velocidad, trazada más efectiva… En total más de 20 GB de información, lo que equivale a unas 10.000 fotografías de alta resolución. Y esto cada sesión de ensayo en el fin de semana y cada carrera. Los datos obtenidos se analizan mediante equipos diseñados por Lenovo ( en particular el ThinkPad P1) para modificar los parámetros necesarios para la siguiente sesión: la aerodinámica, la arquitectura del motor, la presión de los neumáticos, etc. Y los cambios se vuelcan nuevamente en la moto en cuestión de minutos. Y el lunes, cuando finaliza la competencia, el equipo regresa a su base en Bolonia, Italia. Allí se descarga toda la información obtenida el fin de semana, se suma a una base de datos de 15 años y comienza la comparativa final, la que busca llevar a Ducati a los primeros puestos y la que persigue acercar la innovación a la calle.

“El uso de una gran potencia de análisis computacional – añade Kostenarov – actúa también como el motor de las motos, de hecho nos permite incrementar su velocidad. Gracias a ello también calculamos cómo reaccionará un diseño particular o una característica de la moto en diferentes condiciones de conducción. Y eventualmente todo esto llega a la calle”.

 

 

Un ejemplo de esto es la aplicación Ducati Link, accesible para quienes tengan uno de estos bólidos italianos. Gracias a ella es posible ver el desempeño en carretera, configurar y establecer parámetros electrónicos, verificar información sobre intervalos de mantenimiento, registrar itinerarios de viaje. Pero la asociación entre Ducati y Lenovo plantea un paso más allá. En breve los pilotos podrían contar con información de realidad aumentada (AR) volcada directamente a su casco, obteniendo con ello información fundamental como el tiempo de carrera, la velocidad, distancia al próximo rival, tiempo para alcanzarlo y la trazada más adecuada para conseguirlo, según el número de vueltas que falten y el puesto que ocupa. Obviamente la idea es que toda esta información llegue directamente a la calle y no solo aporte datos, sino también seguridad: tiempo de frenada según las condiciones del asfalto, distancia a peatones y otros vehículos, alertas de proximidad y hasta llamadas de emergencia en caso de accidente. Con todos estos beneficios se consigue que quienes tengan una moto usen el casco, aumentando su propia seguridad ante una colisión.

Pero lo interesante es que del mismo modo que muchos coches ya cuentan con sofisticados ordenadores de a bordo, que controlan cientos de sensores, pronto las motos de calle (al menos las de gran cilindrada) podrían recibir estas actualizaciones y bastará conectarnos a una aplicación para una conducción más segura y menos contaminante. Así llegarán las motos evolutivas, aptas para responder y adaptarse, en cada momento, a su entorno.