Decenas de startups buscan convertirse en el Elon Musk del monopatín, liderar la navegación sobre la tabla eléctrica. Quienes se han lanzado a conquistar este mercado no han encontrado detractores, al revés, suman adeptos: han visto cómo sus cuentas multiplicaban sus ingresos entre un 200 % y un 800 % en cuestión de semanas gracias a cuantiosas aportaciones en plataformas de micromecenazgo como Kickstarter o Indiegogo. Una forma de aprovecharse de un nicho de mercado al que han tenido que adaptarse sin remedio otras compañías tradicionales. La estrategia actual pasa por pisar donde otros no lo han hecho antes y eso supone marcar una línea roja con otro producto parecido, a caballo entre un segway y un monopatín, los hoverboards, en el mercado desde 2015. A pesar de que sus ruedas son más grandes, es casi imposible mantener el equilibrio sobre ellos y han ganado una fama de la que se quieren desvincular. Las nuevas compañías persiguen la diferencia: competir con productos mejorados que conquisten al consumidor.

Stealth: rendimiento top

Lo último en tecnología y rendimiento en monopatines eléctricos se llama Stealth. Es el longboard eléctrico (de la marca Boosted), que ofrece un nuevo y exclusivo modo de conducción con el que alcanzar la máxima velocidad y aceleración. Para la construcción de su cubierta se han empleado técnicas de fabricación de tablas de snowboard que consiguen ofrecer una sensación de conducción más refinada, a la vez que se mantiene la flexibilidad y la absorción de las vibraciones. Cuenta con bluetooth, alcance de batería de hasta 14 millas, 5 modos de conducción diferentes y la posibilidad de subir colinas (con una pendiente del 25%) de forma sencilla. Además, Stealth incluye nuevas ruedas de diseño personalizado de 85 mm Stratus de Boosted. Todo un lujo.

Backfire G2: muévete a 40 km/ h

Conseguir la longboard más asequible del mercado, pero manteniendo las principales características de las eléctricas. Este ha sido el objetivo cumplido de la compañía: alcanza una velocidad máxima de 40 km/h, control por Bluetooth y dos modos de conducción: normal y eco. Se vende por menos de 500 euros.

Starkboard: olvídate del control remoto

Recién salido del horno, se define como “único en su clase”. Posee sensores inteligentes de peso y movimiento que permiten al usuario hacer que se desplace hacia delante con una pequeña inclinación del cuerpo, así que tendrás las manos libres. Cuesta unos 500 euros.

Spectra: la tabla inteligente

Lo describen como el vehículo personal portable más inteligente del mundo, que cuenta además con el primer sistema de control de postura 3D del sector. Está conectado a una aplicación móvil que permite controlarlo con el smartphone. Se vende por un precio de unos 320 euros.

Linky: la long plegable

Diseñada en Italia, esta tabla larga se caracteriza por ser una de las más ligeras del mercado (5,5 kg). Promete una velocidad máxima de 30 km/h y una autonomía de 18 km. Además, asegura una carga rápida del 85 % en apenas 30 minutos. Tiene un coste de 1.000 euros.