HitchBot es el resultado de una bonita unión entre la ciencia y el arte. Creado por un equipo de investigadores de Comunicación canadienses, su fin es «situar la robótica y la inteligencia artificial en escenarios improbables y ver qué sucede”.

El simpático autoestopista lleva botas de goma, una quesera por cabeza, su cara es un smiley de LED, su piel de gomaespuma y sus manos, guantes de plástico. Es tan torpe que ni tan siquiera es capaz de abrir la puerta del coche sin ayuda, ¿cuál es su superpoder entonces? Es absolutamente adorable, lo que le ayuda a empatizar. Eso y que está dotado de poderosas herramientas para comunicarse con todo aquel que quiera recogerle o detenerse a escuchar sus historias. Lleva integrado 3G y un sistema GPS. Además, está programado con una tecnología similar a la de un smartphone: dispone de reconocimiento de voz, Twitter, Facebook, una interfaz con acceso directo a Wikipedia y capacidad para grabar todas las historias que le cuentan. 

El profesor David Harris y su equipo abandonó a HitchBOT en una carretera en Halifax (Canadá), el pasado 27 de julio. Allí comenzó su aventura desde Nueva Escocia. Durante los 6.000 km que ha recorrido, ha sido recogido en carreteras por decenas de conductores, asistido como invitado especial a una boda en las Montañas Rocosas, metido sus ‘discretas’ botas amarillas en un lago, participado en una reunión de nativos americanos de la tribu de Ottawa en Ontario y recibido en canoa por un productor de radio aborigen.

Cuando está cansado se lo hace saber a aquel que le acompañe: «tengo que recargar, hacer autostop es difícil«. Su simpático cuerpo alberga dos opciones: placas solares o conexión a la luz eléctrica. Un amigo ideal, si no te gusta su compañía… sólo tienes que dejarle sin batería.

Como no podía ser de otra forma, el equipo canadiense dotó a HitchBot de las herramientas necesarias para contar su historia en las redes sociales. Puedes seguirle a través de Twitter, Facebook o Instagram. Sus próximas historias parecen divertidas, pues acaba de ser acogido por un grupo de rock de la Columbia Británica que lo llevará a su próximo concierto.

Pero lo de ser un nómada que se va ganando corazones humanos a su paso va llegando a su fin, ya que en Victoria, el segundo estado más pequeño de Canadá, finaliza su aventura.

 

No te pierdas esta fotogalería del pequeño robot autoestopista:

¿Pueden los robots confiar en los seres humanos?

La pregunta siempre ha sido si los humanos podríamos fiarnos de los robot pero… ¿pueden ellos confiar en nosotros? Este grupo de investigadores, centrados en las relaciones entre el hombre y la tecnología, se propuso averiguarlo.

El 27 de julio, HitchBot era abandonado a su suerte en una carretera de Canadá.

Autoestopista robótico

Ni tan siquiera es capaz de abrir la puerta del automóvil. Tampoco le hace falta: sabe empatizar ¿Quién podría resistirse a esa cabeza de quesera y esas botas amarillas?

La diversión de los niños…

Tiene conversación para todos, especialmente para los más pequeños, que no pueden resistirse a hacerse una foto con HitchBot.

… y también de los mayores

Frikis, señoras con sombreros… ¡nadie se le resiste!

¿Qué hacer si te encuentras con él?

La mayoría de canadienses ya conoce su existencia. Todos están implicados en este pequeño experimento. 

De hogar en hogar

Ha pasado por numerosos hogares desde que salió de Nueva Escocia. Ya está en el último punto de su recorrido: Victoria, en British Columbia. 

Un nómada robótico

Le han pasado toda clases de aventuras. Si quieres seguir su huella sólo tienes que seguirle en alguna de sus redes sociales.

¡Ha ido hasta de boda!

Viendo está foto deducimos que le están tratando bastante bien. Aquí se encontraba en una boda en las Montañas Rocosas

Donde va, triunfa

Le llevan a hombros, le reciben en canoa… este robot ha vivido en apenas tres semanas más que tú y que yo.

Realmente achuchable

También ha podido encontrarse con otro personaje célebre de internet: «señoras que preparan la cama de invitados al robot de su nieto».

Su recorrido

Más de 6000 kilómetros de aventuras. Listo para entrar en el Guinness.

Bon voyage!

Si viajas a Canadá y te encuentras con él ¡mándanos tu foto! (quonectados@hearst.es)