Un coloso

Pesaría 320.000 toneladas –como tres portaaviones– y mediría 560 por 150 metros, unos once campos de fútbol.

En tierra y mar

El proyecto se inspira en plataformas petrolíferas e industrias mineras a cielo abierto.

Carga y descarga

Los globos dirigibles se emplearían para el transporte de materiales y productos.

Tecnología de la Nasa

Las orugas están basadas en las que se usaban para transbordadores espaciales.

Creador de riqueza

Sobre la plataforma habría laboratorios, centros de investigación, viviendas y diferentes equipamientos. El desplazamiento de VLS se realizaría por pistas que no necesitan ser alquitranadas y sin interrumpir el paso de los animales. Una vez que la plataforma se fuera, volvería a crecer la vegetación.

Soporte rural

La VLS tendría por misión la restauración urbana y rural, además de implementar campos de energías renovables y gestionar residuos líquidos y sólidos a nivel territorial. En esta plataforma podrían llegar a vivir hasta 5.000 personas.

A todas luces

La VLS precisaría un gigavatio para desplazarse (el pico de máxima demanda en España es alrededor de 40 GW). Esta energía se produce en el territorio por el que circula la plataforma gracias a centrales de trigeneración, pilas de combustible y otras fuentes.

Los pilares de la tierra

Una de las patas de la plataforma VLS ejercería el papel de peculiar zona aduanera. Por ella subirían y bajarían las personas y el material. En el segundo pilar estarían todos los elementos para la gestión de residuos líquidos y sólidos. También alojaría las centrales eléctricas que gestionan la climatización, y entregarían agua fría y caliente a la ciudad. Sería una zona productora.

Aplicable, ya

La ciudad móvil solo utilizaría tecnologías ya existentes. Algunas de ellas, procedentes de la industria aeroespacial de la década de 1960

Un proyecto `made in spain´

El arquitecto Manuel Domínguez, del estudio Zuloark, es el creador de Very Large Structure, una plataforma en la que han colaborado 25 profesionales. El proyecto está ideado para la meseta castellano-leonesa, donde las grandes llanuras permiten los desplazamintos sin apenas dificultades orográficas. Sobre esta ciudad móvil se podrían chequear nuevos edificios, tecnología y maquinaria, e implantarlos donde se necesitasen.