Terminator está aquí. Al menos eso debieron pensar los que asistieron a la presentación del nuevo androide de Boston Dynamics. El nombre que va a recibir el robot diseñado para salvar vidas es Atlas, quizá por el peso que tendrá que llevar sobre sus hombros. Atlas se presenta como el robot de rescate perfecto, pero el software que le hará conseguir esa medalla todavía está en juego.

Los robots de ayuda en desastres son ya fieles colaboradores en operaciones de rescate. Su carrera se inició en la catástrofe de Haití; entonces, dos robots, CA-TF2 y VA-TF1, construidos para socorro humanitario, contribuyeron a la hora de analizar las estructuras afectadas por el terremoto y a hallar atajos para encontrar a las víctimas. En los atentados del 11 de septiembre, un equipo de autómatas logró encontrar caminos para recuperar cuerpos entre lo que quedaba de las arruinadas Torres Gemelas. Y desde entonces se han desarrollado máquinas con forma de insectos para explorar el terreno y realizar mapas precisos de la zona, y una enorme variedad de ingenios mecánicos que entran en minas para localizar supervivientes. Este tipo de autómatas está en auge en los centros de investigación punteros. Los últimos probados fueron los robots que soportaban la radiación y que pudieron operar en medio del desastre nuclear japonés.

Concurso de aplicaciones

Y ahora llega Atlas. La empresa de Massachusetts que construyó su “esqueleto” ya tiene experiencia en desarrollar robots, pero no se podía imaginar algo similar a esta máquina, que está financiada por la Agencia de Investigación del Departamento de Defensa de Estados Unidos (DARPA). Durante esta presentación, Atlas realizó una exhibición atlética para demostrar sus capacidades, lo que es capaz de hacer con sus articulaciones hidráulicas y sus movimientos, magistralmente coordinados para sus 135 kg de peso. Algunas de las tareas para las que está diseñado son encargarse de un reactor nuclear en plena fusión o apagar un incendio que esté fuera de control.

Otros proyectos de DARPA son HI-MEMS, para crear insectos cyborg, y EATR, un robot cuya energía proviene de procesar materia orgánica

Con este objetivo, DARPA lanzó un concurso para tratar de encontrar el mejor software posible para su robot. En junio hubo una primera fase, en la que 26 equipos de ocho países tuvieron que diseñar robots que actuasen en zonas de desastres y superasen una serie de pruebas: tenían que conducir un vehículo, moverse a través de un terreno que iba haciéndose más difícil progresivamente, conectar una manguera a una boca de incendios y encender la válvula para accionarla. De los equipos participantes en esta primera prueba, nueve han pasado a la segunda fase. La segunda prueba de este reto robótico tendrá lugar en diciembre, y consistirá en un auténtico octatlón en el que los androides serán llevados al límite.

La polémica de su uso militar

Competirán en una especie de carrera de obstáculos en la que tendrán que demostrar que pueden desenvolverse bien realizando ocho tareas: abrir puertas para entrar en un edificio, caminar por un terreno sembrado de escombros, ponerse a los mandos de un vehículo y conducirlo, remover escombros para crear accesos, subir por una escalera industrial, utilizar herramientas para desbloquear accesos, enchufar conectores tales como cables y mangueras de incendios, y ser capaces de cerrar válvulas.

Saber hacer todas estas cosas será una base para poder desarrollar todo su potencial. A fin de cuentas, el objetivo a largo plazo es poder utilizar estos robots en todo tipo de desastres: accidentes nucleares, incendios, terremotos, etc.

Desde su presentación ha surgido una cierta polémica en torno a Atlas, pues el hecho de que quien impulse su desarrollo sea el Departamento de Defensa estadounidense hace que existan ciertas dudas sobre si en un futuro esta mole mecánica podría ser usada en enfrentamientos militares. Desde la DARPA se insiste en que el robot está exclusivamente diseñado para misiones humanitarias, y que vieron la necesidad de realizar un proyecto así cuando los robots que enviaron para ayudar en el desastre de Fukushima en 2011 no pudieron siquiera moverse por el terreno debido a su incapacidad para superar los escombros.

El desastre nuclear japonés, en el que los robots diseñados para ayudar en los desastres desempeñaron un papel fundamental para asistir a los equipos de emergencias, ha fomentado el interés en mejorar este tipo de máquinas, ya que, aunque importante, su participación estuvo bastante limitada. Así, al mismo tiempo que el concurso de DARPA avanza imparable gracias a los desarrolladores japoneses y estadounidenses (todos los equipos finalistas proceden de estos dos países), Honda también está diseñando una versión mejorada de su primer androide, ASIMO, aunque la compañía nipona mantiene este proyecto en el más estricto secreto, por lo que no se sabe qué puntos en común puede tener con Atlás.

En cualquier caso, es una auténtica revolución que nos acerca un poco más al futuro que la ciencia ficción ha soñado tantos años.

Diciembre dictará sentencia sobre los límites y las posibilidades de este proyecto. Seguro que nos alegramos de contar con él en el próximo desastre.

Así es Atlas

Mide 2 metros de altura y tiene un peso de 135 kg.

Ojos. Sistema de escáner láser en estéreo que envía la información a sus creadores a través de redes de comunicaciones de alta velocidad.

Cabeza. Sensores LIDAR estéreo (laterales).

Rodillas. Su gestión hidráulica le permite saltar y aplacar el golpe de la caída.

Cerebro. Un software creado por el DARPA le permitirá desde conducir un vehículo hasta arreglar una tubería en el lugar del desastre. Está dotado de un ordenador que permite controlarlo en tiempo real.

Manos. El mejor sistema de agarre desarrollado por dos empresas independientes: iRobot y Sandia National Labs.

Articulaciones. Bípedo, 28 tubos hidráulicos y de gestión térmica forman sus articulaciones en cabeza, piernas y brazos, lo que le aporta un impresionante buen equilibrio.

Pies. Está diseñado para usar herramientas y escalar utilizando sus pies y sus manos.

Lo que tendrá que saber hacer

Atlas tendrá unas tareas básicas que debe ser capaz de realizar para poder ser útil en todo tipo de desastres

Conducir un vehículo. Atlas tendrá que guiar un automóvil para demostrar sus dotes al volante.

Manejar una manguera. Para apagar incendios descontrolados, debe utilizar una toma de agua a la perfección

Superar escombros, para poder cumplir sus tareas en estructuras derruidas y zonas urbanas.

Controlar un reactor nuclear. Para minimizar los riesgos humanos en caso de fusión, Atlas deberá encargarse del núcleo.

Los que ya trabajan

Aunque Atlas es el primer humanoide, otros robots de rescate ya son fieles compañeros en operaciones de emergencia

HIBISCUS. El Instituto Tecnológico Chiba diseñó este robot para operaciones de rescate durante terremotos y huracanes. Usa infrarrojos y una cámara térmica para localizar posibles supervivientes, y se comunica con los operadores mediante WiFi.

Los que ya trabajan

Aunque Atlas es el primer humanoide, otros robots de rescate ya son fieles compañeros en operaciones de emergencia

GEMINI SCOUT. Utilizado en tareas de rescate minero, el Gemini Scout está diseñado por Sandia Labs. Equipado con una cámara térmica para localizar supervivientes, puede moverse entre túneles inundados y techos inestables, y así evaluar la situación.

Los que ya trabajan

Aunque Atlas es el primer humanoide, otros robots de rescate ya son fieles compañeros en operaciones de emergencia

SAKURA. Este robot japones, diseñado por el Instituto Tecnológico Chiba, funciona a control remoto y fue empleado en el desastre de Fukushima para evaluar el daño de las zonas afectadas por la radiación. Su capacidad para moverse por escaleras es clave.

Casting de héroes

Cinco candidatos al puesto de robot del año

Guardian. Es el trabajo que presentó Raytheon, empresa de defensa aeroespacial. Su simpático aspecto esconde una gran capacidad de soportar situaciones límite.

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Hubo. Desarrollado por la Universidad de Drexel, en Filadelfia, es el diseño más parecido a Atlas. ¿Será suficiente para derrotarle?

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R2. Otro diseño de la NASA, este del Johnson Space Center. Se espera que en un futuro pueda colaborar en la Estación Espacial Internacional.

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Robosimian. El Jet Propulsion Lab de la NASA lo diseñó basándose en los movimiento de un simio. Muy maniobrable.

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Thor. Diseñado por Virginia Tech, destaca por su poco peso y el poder de sus piernas. Es uno de los favoritos para poner en apuros a Atlas y a la DARPA.