El objetivo es aumentar la seguridad aplicando al mundo del automóvil tecnologías procedentes de otros sectores. Bajo esta premisa y el poco original nombre de Autopistas Inteligentes, el estudio de ingeniería Roosegaarde y la empresa Heijmans Infrastructure han desarrollado carreteras interactivas en las que la información transmitida al conductor se genera en función de las condiciones medioambientales.

Usando una combinación de sensores, pintura termoactiva y diferentes dispositivos electrónicos, las autovías dejan de ser algo inerte para convertirse en un vehículo de información más.

Según los ingenieros del proyecto, estas autopistas podrían empezar a ser una realidad dentro de cinco años.

Alerta de hielo

Por debajo de 0ºC, el pavimento muestra la señal de hielo gracias a una pintura termoactiva.

Solar

Durante el día, la señalización absorbe energía solar para brillar por la noche.

Menos energía

Los sensores permitirán iluminar solo los tramos por donde se va a circular.

Autorecarga

Bajo el asfalto habrá bobinas de inducción para recargar eléctricos.