Los hologramas no son ya ninguna novedad aunque, progresivamente, van mejorando las técnicas para crearlos. Pero lo que acaba de presentar Daniel Smalley, investigador de la Brigham Young University, es algo completamente diferente. Consiste en crear una imagen tridimensional, manipulando una partícula de polvo invisible para nuestros ojos.

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Esta técnica rebice el nombre de desplazamiento volumétrico y, en esencia, consiste en utilizar un haz de láser, para controlar el movimiento de una partícula de polvo (en este caso concreto se trataba de minúscula fibra de celulosa). Mientras, otro haz de láser proyecta luces de varios colores sobre la misma partícula. Y el resultado permitió crear la imagen tridimensional de una mariposa flotando en el aire. Todo ello gracias a que, como en el cine, la vista humana no es capaz de percibir el rapidísimo intervalo de los movimientos de la particula para formar el dibujo.

La principal diferencia de esta técnica con un holograma tradicional es que estos, en realidad, pese a su apariencia tridimensional son imágenes bidimensionales, lo que hace que se vean igual desde cualquier ángulo. Pero eso no ocurre con esta mariposa, ya que cada espectador la ve desde su propia perspectiva.

Vicente Fernández López