Todo comenzó con una apuesta en Internet. El presidente de Tesla, Elon Musk, dijo en Twitter que si no conseguía completar el proyecto en menos de 100 días, asumiría el coste de la deuda por la fabricación de la batería de litio más grande del mundo. Esto suponía que el gobierno del sur de Australia no tendría que pagar los 42 millones de euros de este hito tecnológico. Pero finalmente, Musk ha ganado la apuesta y ya ha confirmado que tiene preparada la mega batería para comenzar su fase de pruebas.

Una vez que se haya probado que funciona correctamente será emparejada con el parque eólico de Hornsdale, a unos 200 kilómetros de Adelaida (ciudad principal del estado). La idea es que almacene el exceso de energía creada por las turbinas eólicas hasta 100 megavatios de capacidad para usarla como y cuando se quiera. De esta manera, quieren evitar los cortes de suministro que sufrieron en septiembre de 2016 tras una serie de grandes tormentas que llegaron a dejar sin energía a 1 millón 700 mil residentes.

Tesla espera con este proyecto que todo el país se conciencie de los beneficios de la energía renovable y que se tomen cada vez más medidas en este sentido. El primer ministro del sur de Australia, Jay Weatherhill, se ha mostrado encantado con la rapidez en la que se ha desarrollado el proyecto y por ser líderes en el uso de este tipo de energías renovables: “Mientras otros solo hablan de hacer cosas, nosotros estamos llevando a cabo un plan, haciendo que nuestro estado sea más autosuficiente, ofreciendo energía de respaldo y a un precio más asequible para el sur de Australia para este verano (el cual comienza en diciembre)”.

Elon Musk ya ha dado la enhorabuena a todos aquellos que han participado para llegar a ganar la apuesta.

Redacción QUO