¿Tienes sed? ¿Nos tomamos un vasito de agua del retrete? No parece la mejor idea y, obviamente, no os animamos a ello. Eso sí, hay alguien que no tiene reparo en mostraros que se puede hacer.

Se trata de Ian Stanley y es el creador de Fixt Nomad: un artilugio que sirve como filtro de aguas no saladas que a simple vista no son saludables, pero que gracias a un sistema de depuración interno, permiten que el agua sea potable. A pesar de que en un primer momento no le encuentres una utilidad en tu día a día, es un artilugio que podría llegar a ser socorrido en situaciones de desastre natural con difícil acceso a agua potable, en países del Tercer Mundo donde las fuentes de acceso a agua potable son inexistentes o están muy alejadas de las poblaciones, incluso si alguien se encuentra perdido en mitad del monte sin más recursos que el agua de lluvia que de un charco.

Stanley ofrece 3 tipos de filtros: uno portable, otro atado a una bolsa que permite la depuración de una mayor cantidad de agua o, incluso, como adaptador a una cisterna de agua en la que sea necesario limpiar un mayor número de litros de agua:“Usa la adsorción iónica, combinada con una resina yodada para matar el 99,9 % de las bacterias y los virus. Además, elimina todos los contaminantes a través de un recorrido complicado que garantiza que nada malo consiga pasar a través. Todo mientras que aumenta el PH hasta un 9,5% para asegurar que el agua es alcalina”. Por lo tanto, ninguna toxina o químico debería llegar al organismo.

Según apunta Stanley, dio con esta idea como una forma de ofrecer a la gente una herramienta con la que pudieran salvar su vida en caso de encontrarse en una situación de riesgo: “Sé que tener agua marca la diferencia entre vivir o morir. Para gente que le gusta ir de aventuras y explorar es un elemento necesario con el que deberían salir siempre de casa». Si quieres conocer más sobre el producto o incluso apoyar su producción, solo tienes que acceder a su página en Indiegogo con un precio mínimo de 47 euros. Aquí podéis ver más a fondo en qué consiste el proyecto.

Fuente: Digital Trends

Alberto Pascual García