El aventurero Jesús Calleja ha estallado en las redes contra el llamada impuesto al sol. «Casi toda la energía que yo necesito viene del sol. Y eso que estoy viviendo en un país donde el Gobierno es el único del mundo que también ha decidido que el sol también es suyo. Y por eso le ha puesto un impuesto», ha dicho en un tuit que se ha convertido en el nuevo viral de internet. Pero, más allá de la simple anécdota, el mensaje de Calleja sirve para poner de nuevo sobre la mesa interesantes cuestiones relativas a la implantación de las energía renovables y al autoconsumo.

Para tratar de aportar algo de claridad al asunto, en Quo contactamos con Sixto Malato, director de la Plataforma Solar de Almería, el mayor centro europeo de investigación de tecnologías solares, y que depende del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, quien nos confirmó que en España ya existe la tecnología necesaria para poder cubrir con energía solar a una ciudad de gran tamaño entera. «Con una potencia de 2.000 Mw hay para abastecer durante un año las necesidades de una ciudad, y eso nuestro país lo cubre de sobra», nos comentó Malato. Entonces, ¿por que no se procede a ello?

Según datos de Red Eléctrica Española, el total de la potencia solar instalada en nuestro país era en el año 2015 de casi 7.000 Mw, cuándo la demanda media de electricidad por año oscila entre los 45 y los 50.000 Mw. «Pese a que hubo un parón, la energía solar está cada vez más presente en nuestro país», explica Sixto Malato. «Pero, si su implantación y uso no va a un ritmo más veloz no creo que sea por ninguna mano negra, yo no creo en ellas. Son muchos los factores que obligan a que el proceso de transición sea lento, entre ellos la pura costumbre, el seguir haciendo las cosas como se han hecho siempre. Pero, tecnológicamente, es posible realizarlo».

Y, respecto al impuesto al sol, el directo de la Plataforma solar de Almería afirma que no tiene una idea clara al respecto. «Pienso que es un error convertir este tema en un asunto moral», asegura. «Creo firmemente que la razón del impuesto es puramente técnica. Nuestro sistema energético cuesta con muchos dispositivos y añadir más tiene un coste». Y, ¿en cuánto se cifraría es ese coste? Malato reconoce que le ha sido imposible encontrar, por mucho que los ha buscado, todos los datos que permitan extraer las cifras definitivas y correctas que, según su opinión, han motivado al gobierno a tomar esa decisión. «Por eso, al no tener esos números, no puedo saber con certeza si el impuesto realmente será beneficioso o si, por el contrario, resultará perjudicial», asegura. «De lo que si estoy convencido es de que se trata de una medida puramente técnica y que no se ha decidido por motivos caprichosos». Más allá de que al final resulte idónea o no.

Vicente Fernández López