Todos hemos oído historias de cartas que, supuestamente, llegaron a su destino varios años después de haber sido enviadas. Pero con la aparición de la mensajería instantánea parecía que ese tipo de anécdotas habían pasado a la historia. Pero, realmente, solo lo parecía.

Y es que, desde 2016, numerosas personas afirman haber recibido extraños mensajes fechados nada menos que en 2003. Dichos mensajes se caracterizan porque, o bien no llevan texto, o si lo llevan resulta completamente ilegible. Además, son enviados des números larguísimos que no se corresponden con ninguno existente.

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La intriga sobre el origen de estos envíos crece cada vez más y nadie parece tener una respuesta clara para este asunto. Hay quien piensa que se trata de mails maliciosos, enviados por hackers que utilizan un protocolo conocido como PDU, que permite falsear todos los datos del remitente, y que sirve para detectar puntos vulnerables en los sistemas que atacan.

Aunque, según ScienceAlert, varios expertos en seguridad informática consultados creen que no hay motivo para la alarma. Sospechan que más bien se trata de la existencia de software defectuoso en algún operador de telefonía móvil que provoca que, de forma aleatoria, se generen y envíen automáticamente estos mensajes.

Fuente: ScienceAlert.

Vicente Fernández López