Una vez más, España vuelve a ser pionera en temas «importantes» (entiéndase la ironía). En Barcelona, acaba de abrir sus puertas un prostíbulo que afirma ser el primero en Europa en ofrecer a los clientes la oportunidad de tener relaciones sexuales con RealDolls, algo que da la razón a la doctora Helen Driscoll, de la Universidad de Sunderland en el Reino Unido. Según explicaba hace poco, «la tecnología está allanando el camino para un futuro en el que el sexo con robots no solo sea posible, sino que no suene nada raro».

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Y ese momento ha llegado. Los hombres que visiten el prostíbulo podrán pedir velas, luces tenues, televisiones de plasma para ver películas porno y pedir ser acompañados por estas muñecas al «módico» precio de 90 € en temporada promocional o 117€ después de esta.

Hay un total de cuatro muñecas para elegir, todas muy reales que rinden ‘homenaje’ al cuerpo femenino. Además, el club se compromete a que cada una de ellas estará previamente lavada y desinfectada con jabón antibacteriano para evitar infecciones o enfermedades de transmisión sexual. Cada una de las muñecas, que cuestan alrededor de 5.000 €, pesan 40 kilos y están elaboradas con silicona.

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Los clientes pueden escoger entre Lili, que mide 1,61 y tiene rasgos asiáticos: Katy, rubia, de 1,70 m, ojos azul turquesa y una gran delantera; Leiza, una muñeca africana de 1,68 metros o Aki, de pelo azul que recuerda al anime japonés.

Según explican los dueños del burdel, «son muñecas totalmente realistas, tanto en el movimiento de las articulaciones como en el tacto, lo que le permite cumplir con sus fantasías sin ningún límite. Estas muñecas del sexo harán que la experiencia sea más placentera, emocionante y erótica».

Eso sí, a pesar de ser muñecas, hay que utilizar preservativo.

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Fuente: dailymail.co.uk

Redacción QUO