¿Quién no ha usado alguna vez el simil de que algo «dura más que el conejito de las pilas Duracell»? Desde 1973, en que salió a la luz como el tamborilero más persistente, el famoso conejito ha salvado el buen nombre de las pilas durando y durando más que nadie, vestido de todo tipo de atuendos y pasando todo tipo de pruebas: esquiando, montando en kayak, boxeando, jugando al fútbol y corriendo maratones.

Hasta en YouTube hay todo tipo de homenajes caseros. Y siempre dura. Ha durado tanto que acaba de cumplir 35 años en el imaginario publicitario de España. Y como aquí nos gusta la Ciencia Pop, no podemos dejar de felicitar al Conejito Duracell, uno de los iconos pop que lleva añoshaciendo funcionar nuestros gadgets desde que solo se llamaban chismes o cacharros.

Redacción QUO