Un porcentaje amplio de personas ha acudido emocionada a probar la realidad virtual (RV) y, tras ver los efectos que causaba en su organismo, ha decidido que ya había saciado suficientemente su curiosidad. ¿La razón? Para muchos es una tortura, ya que usuarios de dispositivos como PlayStation VR u Oculus Rift han reportado efectos secundarios como mareos e incluso vómitos.

Tan habitual es entre los que se acercan a estas nuevas tecnologías, que incluso tiene nombre propio: motion sickness. Este fenómeno se produce como reacción a la observación de los gráficos y el movimiento virtual que implica la experiencia. Ten en cuenta que para sumergirte en la RV necesitas estar sentado y ponerte unas gafas que llevarán a tu cerebro directo a un escenario de movimiento. Para tu preciado órgano esto es una contradicción, ya que estás completamente inmóvil. Este pequeño detalle es el que causa el motion sickness.

Por suerte, muchos investigadores están buscando cómo engañar a nuestro cerebro para que nos permita disfrutar de esta experiencia. Es el caso de un grupo de científicos de la Universidad de Columbia, que ha publicado recientemente una investigación donde afirman haber encontrado un sistema que podría eliminar casi totalmente este desagradable efecto secundario.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=lHzCmfuJYa4[/youtube]

Se trata de un software inteligente que puede cambiar ágilmente la sombra periférica del campo de visión de los ítems virtuales. Lo hace teniendo en cuenta el tipo de movimiento que ha realizado el usuario, con el fin de alterar sutilmente los bordes de la imagen, los cuales intenta suavizar con una sombra negra degradada para adaptarse a la visión humana.

El sistema fue probado con 30 voluntarios que habían notado el motion sickness anteriormente y que, tras aplicar este sencillo efecto gráfico, aseguraron haber notado una gran mejoría.

Fuente: arstechnica.com

Redacción QUO