El Museo de Ciencias de Londres acaba de embarcarse en una divertida aventura para reconstruir el primer robot humanoide de Reino Unido: Eric. El simpático personaje de metal fue elaborado en 1928 por William Richards y Albert Herbert Reffell, dos veteranos de la Primera Guerra Mundial. Como podéis ver en las imágenes era muy parecido al hombre de hojalata del Mago de Oz: grande, corpulento y de aluminio.

En su momento, fue capaz de ponerse de pie, mover los brazos e incluso variar la posición de su cabeza. Sus movimientos eran controlados de forma remota a través de una conexión inalámbrica o mediante comandos de voz para deleite del público. Fue concebido para dar el pistoletazo de salida en una exposición de la sociedad de ingenieros de Londres, pero acabó de gira por medio mundo haciéndose fotos con políticos y famosos.

[image id=»80210″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]

De repente un día Eric desapareció. Parecía que se le había tragado la tierra. Nadie sabía dónde había ido a parar. Algunos apostaban porque lo habían perdido en algún traslado. Otros, que había sido destruido. Los más dramáticos llegaron a pensar que lo habían vendido por piezas.

Sea lo que sea lo que pasó, lo único que quedó de Eric fueron algunas fotografías y material archivado y guardado por los familiares de los creadores. Ahora, una iniciativa del Museo de las Ciencias de Londres se ha propuesto ‘resucitarle’ y tener una réplica perfecta en sus instalaciones en unos meses. Para poder llevar a cabo el proyecto, el museo ha lanzado una campaña de crowdfunding en la plataforma KickStarter con el fin de conseguir la financiación que necesita: unos 48.000 euros.

Está claro que no va a ser el Eric genuino, pero los promotores de la idea piensan que es ideal para ayudar al público a entender y apreciar los orígenes de la robótica.

Fuente: kickstarter.com

Redacción QUO