Solo en España, cada año, se producen al menos 100.000 toneladas anuales de residuos de tomate derivado de la industria agroalimentaria . La cifra no tiene en cuenta los que se tiran a la basura porque no se consideran aptos para la venta, lo que podría duplicar el total.
O hasta triplicarlo como ocurre en el estado de Florida, en Estados Unidos, donde se generan 396.000 toneladas de residuos de tomate cada año. Ambos sitios carecen de un buen proceso de tratamiento de estos residuos que podrían ser muy útiles.
Así lo afirma un equipo de científicos de la universidades de Florida, Princeton y Dakota del Sur. “Hemos encontrado que los tomates en mal estado que quedan de la cosecha anterior pueden ser una fuente de energía cuando se utiliza una celda electroquímica microbiana o biológica – señala Namita Shrestha, de la Universidad de Dakota del Sur –. El proceso también ayudaría a purificar los daños asociados. Cuando se vierten en los vertederos, pueden producir metano, un potente gas de efecto invernadero, y cuando se llevan a cuerpos de agua, pueden crear grandes problemas de tratamiento de agua”.
El equipo desarrolló una célula electroquímica microbiana que puede aprovecharse de los residuos de tomate para generar corriente eléctrica. “Las células electroquímicas– explica Shrestha – utilizan las bacterias para descomponer y oxidar la materia orgánica en los tomates defectuosos”.
El proceso de oxidación, provocado por las bacterias que interactúan con los residuos, libera electrones que la celda de combustible recoge y convierte en una fuente de electricidad.
Los resultados resultaron sorprendentes por ser contrarios a lo que indica la intuición. “Las aplicaciones biotecnológicas típicas requieren, o por lo menos se desempeñan mejor, al utilizar productos químicos puros, en comparación con los desechos – afirma Venkataramana Gadhamshetty, también de la Universidad de Dakota del Sur –. Sin embargo, hemos descubierto que el rendimiento eléctrico usando tomates defectuosos era igual o mejor que su usamos sustratos puros”.
Según los cálculos de Shrestha, teóricamente hay suficientes residuos generados de tomate en Florida cada año para satisfacer la demanda de electricidad de Disney World durante 90 días, se si utiliza una celda de combustible optimizada.

Juan Scaliter