Las páginas web están diseñadas para ser correctamente mostradas en un monitor. Eso provoca que, cuando uno trata de imprimirlas, ocupen más de una hoja convencional DIN-A4. Es decir, la hoja es demasiado pequeña para incluirlo todo.

Por eso, los diseñadores crean (a veces, de modo automático) una versión especial que se autoajusta al tamaño de las impresoras y que, generalmente, elimina elementos gráficos (fondos, márgenes). Así, su lectura en papel resultará más cómoda, aunque menos vistosa.

Enviada por Ricardo Sánchez, Oviedo (Asturias)

Redacción QUO