Sabemos que no debemos beber si vamos a conducir, pero a pesar de que la advertencia es hoy ya un delito y de todas las campañas de tráfico enfocadas a disuadir a conductores ebrios, hay muchos que siguen haciéndolo. Por ello la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) está pensando en un proyecto para que el vehículo sea quien decida si el conductor puede o no conducir midiendo su nivel de embriaguez.

Para ello contará con un dispositivo de bloqueo de arranque basado en la lectura que ofrezcan varios alcoholímetros integrados en el sistema de encendido del coche. El conductor no tendrá ni que soplar, con sólo subirse al vehículo este hará una lectura automática de su respiración y valorará la situación. Un segundo prototipo averiguaría el nivel de alcohol en sangre a través de la piel y, posiblemente, iría integrado en la palanca de cambios del vehículo o en el volante. Según cree la NHTSA, una vez que esta tecnología termine de desarrollarse podría convertirse en una característica estándar de los coches nuevos que podría llegar a salvar miles de vidas.

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Fuentes:

dailydot.com | nhtsa.gov |

*Publicado en nuestra sección de papel Quonectados.

Redacción QUO