Pasó de moda el miedo a un hipotético ataque de robots que acabe con la especie humana. Parece que son ellos los que deberían preocuparse.

Un recienteestudio llevado a cabo en Japón observó a menores de 10 años interactuar con un androide de tamaño humano. Los niños reaccionaron de forma abusiva con golpes, puñetazos y patadas. Incluso algunos siguieron así cuando el robot les pedía que pararan. En su trabajo, los investigadores apuntan la importancia de educar a la sociedad y, sobre todo, a los más pequeños sobre qué es un robot y cómo tratarlo. Los niños necesitan aprender a empatizar con ellos de la misma forma que aprenden a empatizar con otras personas.

Ya en 2010 Pericle Salvini, un investigador de la Escuela de Santa Ana, en Pisa, analizó la seguridad de los robots en entornos urbanos. El italiano habló de bullying, refiriéndose a cualquier tipo de abuso ocasionado por una persona que impidiera a la máquina desarrollar su trabajo.

Por aquel entonces nadie tomaba en serio a Salvino. Pero hoy, con el auge de coches autónomos y drones, el investigador insiste en la importancia de tenerlo en cuenta y valorarlo.

Si las personas tienden a maltratar objetos urbanos estáticos, es posible, según Salvini, que también traten de hacer lo mismo con un androide. Algo muy peligroso según el investigador, ya que “si alguien sabotea un robot puede llegar a herir a alguien”, argumenta.

La solución para Salvino es fabricar androides que puedan ser capaces de reaccionar al ser saboteados.

Redacción QUO