Queda poco más de un año para que el Agora Garden, un edificio cuya arquitectura está inspirada en la doble hélice del ADN, abra sus puertas en la capital de Taiwan, Taipei.Su autor, el arquitecto Vincent Callebaut, restringido por la falta de espacio, se sirvió de una geometría en espiral para crear una torre de cien metros de altura en la que habrá 40 apartamentos de lujo, de 540 m² cada uno y espacio para oficinas y tiendas.
Una de las características más destacable del proyecto Agora Garden es que ha recibido la categoría de Green Building, edificio verde, por el Ministerio de Interior de Taiwan. Y los motivos son varios. En sus balcones los habitantes podrán convertirse en agricultores urbanos ya que se ha tenido en cuenta la orientación para cultivar diferentes especies y, el diseño en espiral garantiza una buena provisión de sol para todos los balcones. El núcleo central del edificio alberga un jardín vertical retorcida y todo ha sido construido con materiales reciclables. Incluyendo los muebles. En su parte más alta habrá una pérgola fotovoltaica, situada en el centro de un jardín de 1.000 m². El conjunto suministrará una porción de la electricidad en el edificio. Para culminar, el agua de lluvia también será reciclada. Las partes comunes serán recorridas por un ejercito de nanomáquinas que se encargarán de la limpieza y la detección de fallos.
Para Callebaut, Agora Garden será «como un organismo vivo capaz de producir su propia comida orgánica.”

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Juan Scaliter