En una reciente charla TED, el físico de Harvard Andy Yen relata cómo se le ocurrió la idea de crear un sistema muy simple para proteger la privacidad de los correos electrónicos sin que ellos signifique saber sobre códigos, programación o software encriptado.
Hace veinticinco años, los científicos del CERN crearon la World Wide Web. Desde entonces, Internet ha transformado la forma en que nos comunicamos, la forma de hacer negocios, e incluso la forma en que vivimos. De modo positivo, pero también con ciertas consecuencias negativas. Hoy en día, existe una asombrosa cantidad de información personal en línea de cualquiera de nosotros. Lo que publicamos en Facebook, los retweets o las búsquedas en Google, todo eso es información que las empresas acumulan en servidores para vender anuncios personalizados. La industria de la publicidad online generó, solo en un año más de 137.000 millones de euros.
Pero hay otro canal, fuera de las redes sociales y los buscadores, que también es utilizado para obtener información personal: los correos electrónicos. Allí decimos dónde estamos, con quien, nuestras compras, viajes, proyectos. Todo está allí. Para Andy Yen no solo hemos perdido la privacidad, también hemos perdido la idea de privacidad.
Para evitar esto y también eludir la necesidad de enseñar a todos los usuarios complejas herramientas de cifrado, Yan se sirvió del equipo de científicos que ha conocido en el CERN, donde ha pasado el último año, y ha creado ProtonMail (científicos del CERN no podían concebir otro nombre) Y la idea no podía ser más sencilla. Una vez que el usuario se registra en esta web “obtiene una llave única”. Así, cada usuario tiene su propio candado. Cuando escribimos una dirección de correo, si esta pertenece a ProtonMail, el texto automáticamente se encripta con la clave única del destinatario. Nadie más podrá leerlo. Así regresa la privacidad al usuario. El problema es que si una de las dos personas que participa de la conversación no tiene ProtonMail, el sistema no es ta seguro.
El emprendimiento ha tenido muchísimo éxito y han debido ampliar los servidores. Habrá que apostar por esta tecnología. Y sacar el dinero de las agencias de publicidad, que van a perder mucho.

Juan Scaliter