Cuchillos, pistolas, granadas, frascos con más de 100mg de líquido y, desde hoy, móviles sin batería tienen algo en común: están vetados en los vuelos con dirección a EE.UU. para prevenir atentados terroristas.

La agencia de transporte aéreo (TSA) de EE.UU. ha anunciado que no se permitirá en el equipaje de mano los teléfonos, tabletas, mp3 y portátiles que estén sin carga en la batería y que, por tanto, no puedan encenderse.
«Durante la inspección de seguridad, los agentes podrían incluso pedir a los dueños que enciendan algunos dispositivos», dijo la TSA en un comunicado.

Las autoridades estadounidense aseguran que, aunque todos los dispositivos electrónicos son susceptibles de someterse a revisión, se prestará mayor vigilancia a los modelos iPhone y Samsung Galaxy procedentes de vuelos de Europa, Oriente Medio y África.

Esta medida se ha adoptado por el temor a que el grupo terrorista Al Qaeda esté trabajando en Siria y Yemen en la fabricación de una nueva generación de artefactos explosivos difíciles de detectar. Un ejemplo de esta amenaza se vio en 2009, cuando un terrorista yemení camufló explosivos en sus dispositivos para intentar (sin éxito) destruir un avión con destino a Detroit. Este método, además, se ha utilizado en atentados terrestres como el de la maratón de Boston en 2013.

José Cervera, periodista experto en tecnología y seguridad, asegura que un explosivo es una sustancia con energía concentrada que, insertada en un dispositivo móvil, podría tener el mismo impacto que “una granada de mano”. “Si se mete esta energía en un aparato electrónico, este dejaría de funcionar”, añade para explicar el posible motivo de esta medida.

A falta de conocer los efectos de esta normativa, lo que parece claro es que se desatarán batallas por encontrar un enchufe libre…

Redacción QUO