La Fundación Telefónica acaba de presentar, en presencia del ministro de Industria, José Manuel Soria, su informe anual La sociedad de la información en España. Es un repaso al comportamiento de los españoles cuando navegan por internet y usan sus dispositivos. Entre las muchas conclusiones interesantes, destaca un concepto que los autores del estudio llaman «micro-momentos» y el «tiempo encontrado».

El estudio habla de «la fragmentación de las actividades, llegando incluso a la realización de ‘microactividades’. Así, se calcula que un usuario medio consulta el smartphone 150 veces al día, normalmente en momentos que antes se desaprovechaban», como son esos ratos esperando un medio de transporte o a un amigo, caminando… Los autores hablan de “tiempo encontrado” porque antes de que la conectividad móvil fuera tan alta, eran ratos de simple asueto. De un año a otro, según Telefónica, 700.000 nuevos internautas se han añadido a la Red, pero es que ya es el 97% el número de usuarios de telefonía móvil que tiene conexión a internet en su teléfono. Eso implica que siempre tenemos a mano un modo de seguir haciendo cosas.

Comprar, por ejemplo, es una de esas cosas, ya que el 80% de las compras online que hacemos desde el teléfono se realizan en la hora posterior a las búsquedas relacionadas con el artículo que se adquiere.

El 77% de las búsquedas que se realizan con el móvil se producen en lugares en los que también hay un ordenador

Javier Carbonell, uno de los autores del estudio –forma parte del equipo de I+D de Telefónica–, cuenta a QUO que aún así «el 83% de sus usuarios todavía lo consideran como el dispositivo más adecuado para aplicaciones que tengan que ver con la productividad». Es decir, el móvil tiene un uso más restringido al ocio y a las breves tareas de comunicación, como responder correos o mensajes instantáneos, o interactuar a través de redes sociales.

Carbonell (y el propio estudio) habla de que «nuestra vida digital está basada en ‘micromomentos’ más que en una actividad claramente acotada en el tiempo». Para el psicólogo clínico y especialista en ansiedad Héctor González Ordí este goteo de consultas al móvil «no es malo per se, siempre y cuando la practiquemos en momentos que no requieren cierta concentración». Pero sí reconoce que deja cierta «resaca» en el usuario porque, aunque decida dedicar un tiempo a actividades más concienzudas como trabajar o estudiar, «el haber estado tan pendiente de los mensajes que llegan crea una ansiedad por saber qué estará pasando» en sus comunicaciones. Es algo que, según él, está muy ligado a la necesidad de sentirse dentro del grupo humano (un buen ejemplo son los grupos de WhatsApp).

El trabajo sobre los usos de internet de la Fundación Telefónica no da detalles sobre tiempos de conexión pero González Ordí sí cree que «la tendencia a leer cada vez mensajes y artículos más cortos nos está conduciendo a la dificultad de leer y entender mensajes más complejos». «Es una tendencia muy clara», añade.

YouTube recomienda antes un vídeo en el que la estadística de tiempo de visionado sea más alta

Estos nuevos usos del tiempo pueden observarse en el incremento de visionado de vídeos breves en plataformas de streaming como YouTube o Vimeo (por debajo de dos minutos). La consultora Ipsos MediaCT afirmaba el verano pasado que el incremento de visitas a este tipo de contenidos había subido un 50% en el último año debido a la mayor cantidad de conexiones móviles y a la mayor capacidad de procesamiento de los dispositivos de los usuarios. El mismo estudio estimaba que ver vídeos consumía el 22% del tiempo que permanecemos conectados a la red (sea mediante el dispositivo que sea).

Por otro lado, Google había observado esa fragmentación del tiempo al observar las estadísticas de visionado de su portal YouTube y a finales de 2012 varió su algoritmo de recomendación primando los vídeos que más tiempo retenían al usuario, antes que los más ajustados a la búsqueda.

El estudio anual de Telefónica pone el acento en las posibilidades de multitarea de la conexión permanente –de eso viven– y resalta cómo el 45% de los usuarios españoles quiere tener un móvil con internet para, entre otras razones, «no perderse nada cuando está fuera de casa» (véase el gráfico).

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Como entretenimiento puede estar bien pero la investigación más exhaustiva y citada que se ha realizado sobre este tipo de comportamiento revela que es muy improductivo. Al frente de ella estuvo el investigador de la Universidad de Stanford (EEUU) Clifford Nass, recientemente fallecido.

Las personas con más habilidad para la multitarea son, en cambio, menos productivas

El también director del Communication between Humans and Interactive Media (CHIMe) Laboratory (ahora cerrado) midió en 2009 el rendimiento de 100 de sus alumnos mientras interactuaban con varios gadgets conectados a internet. El resultado fue que aquellos que eran capaces de saltar con mayor facilidad de una tarea a otra (o de una web a otra) eran más rápidos a la hora de detectar los detalles importantes, pero mucho menos hábiles a la hora de comprender y retener detalles mayores; y eso les hacía mucho menos productivos que aquellos compañeros que tenían menos facilidad para la multitarea.

Este tipo de lectura zapping también la analiza diariamente la consultora Chartbit para mejorar las visitas a las webs de sus clientes. Sus análisis de permanencia en páginas calcula que el 38% de los que visitan un blog abandona la lectura en el primer párrafo. Y el 50% no llega ni al tercero. Lo cual, a su vez, le ha conducido a conclusiones sobre la calidad de las recomendaciones de enlaces en Twitter. Si quien lo tuitea no se lo ha leído, ¿cómo sabe que es recomendable?

Redacción QUO