Se llama Journal of Visualized Experiments (JoVE) y llegó tarde a la era de las revistas online, pero pronto a la del vídeo en streaming. Así que desde 2007 no ha parado de crecer –en visitas, en suscriptores y en empleados– y hasta es rentable desde 2009.

Su idea es simple, y casi se diría que se la robaron un siglo más tarde a los hermanos Lumière: convertir en imágenes pesados (pesadísimos) artículos científicos que explican experimentos y dan conclusiones. El mecanismo clásico de los científicos consiste en enviar a las revistas un documento (.doc, .pdf, .xls…) e imágenes –si las hubiere– que ayuden a la explicación. Porque si un experimento no es reproducible por cualquiera, sus conclusiones no son válidas y ni se acepta el hallazgo, ni, por supuesto, lo publicaría una revista de renombre. Así que es muy importante la receta del “guiso” con su paso a paso y demás.

Algunos investigadores mandan un breve vídeo de presentación o de apoyo, pero la idea de esta revista es que todo lo necesario se cuente en un vídeo extremadamente detallado. Hay que tener en cuenta que reproducir un experimento puede ser muy caro, y un error u omisión al contar cómo se realiza puede costar mucho dinero y mucho tiempo al que lo está repitiendo. El modo de trabajo es el siguiente: los autores del estudio mandan su artículo con un breve vídeo casero adjunto; cuando el panel de expertos de la revista lo da por bueno, un equipo de guionistas que trabaja para JoVE ayuda a los científicos a pergeñar un guión de grabación –con su story board, sus animaciones y gráficos…–; y finalmente, se filma para ser publicado en la web de la revista.

Redacción QUO