Lenta pero de modo efectivo, la realidad virtual (RV) comienza a hacerse un hueco en los videojuegos pero, ¿sirve para algo más? Las grandes empresas utilizan el entretenimiento y el deporte para evaluar nuevas tecnologías, ya sea en materiales o combustibles (como ocurre en Fórmula 1) o en conectividad y dispositivos periféricos como en el caso de los videojuegos.

Uno de estos ejemplos es el juego de hiperrealidad The e-tron room: the Future Paradox. En él se combinan realidad virtual, videojuegos, 36 cámaras, 28 sensores y un espacio de unos 100 metros cuadrados. Los jugadores, hasta 4 por partida, ingresan en la sala donde se le colocan las gafas de RV, una mochila con un ordenador (que permitirá que el jugador se desplace por la zona de juego) y sensores en tobillos y muñecas. Mediante un algoritmo específicamente diseñado, se interpreta el movimiento en tiempo real y este se traduce a un avatar a escala 1:1 del jugador. El juego The e-tron room: the Future Paradox consiste en un viaje en el tiempo, desde miles de años atrás hasta el futuro, pasando por la Biblioteca de Alejandría o la Nueva York del siglo XIX, para lograr reparar los sistemas de energía de nuestra nave. Para ello hay que resolver ciertos misterios que, y aquí es donde aparece la hiperrealidad, precisan no solo que nos movamos por la zona de juego, sino que interactuemos con objetos, levantándolos, desplazándolos o cambiándolos de lugar. Obviamente la experiencia es muy diferente a la inmovilidad que experimentamos cuando solo usamos gafas de RV.

image

audi

Todo esto tiene como objetivo mostrar los beneficios del primer modelo completamente eléctrico de Audi, el e-tron. Se trata de un SUV de casi cinco metros de largo con una autonomía de 400 kilómetros (sorprendente para un vehículo de su tamaño) y completamente libre de emisiones. .

Pero como decíamos al principio, este tipo de juego es en realidad una forma de experimentar con futuras tecnologías que llegarán al consumidor. Un ejemplo de ello es que el modelo e-tron de Audi ha reemplazado sus espejos retrovisores por cámaras. La imagen que captan estas se proyectan en los laterales interiores del coche, evitando que tengamos que girar tanto la cabeza y proporcionando una imagen más nítida, independientemente de la lluvia o cristales empañados.

En un futuro, esta tecnología que hoy se explora como un juego, permitirá proyectar información en el salpicadero del vehículo, agregar datos al cristal o la luneta o proyectar, en las ventanillas de los pasajeros, una película sobre el paisaje que estamos recorriendo…como era millones de años atrás.

Se puede paticipa de la experiencia The e-tron room: the Future Paradox en Madrid hasta el 13 de noviembre (C/ San Cayetano, 5) y del 27 de enero al 16 de febrero en Barcelona (Carrer Aragó, 425). Solo hay que registrarse aquí.