Cuando una fuente de sonido se aleja de tí, tiendes a escuchar el sonido cada vez más grave: es el Efecto Doppler. El sonido es una onda con una determinada «longitud de onda»: pensemos en un muelle. Si la fuente emisora comienza a moverse, alejándose de nosotros, el movimiento de la fuente se suma al movimiento de la onda de sonido y hace que la longitud de onda sea cada vez más grande (lo que supone que la frecuencia sea más pequeña). Si pensamos en el muelle, cuando estiramos de uno de los extremos, la distancia entre dos vueltas del mismo cada vez se hace mayor.

Por el contrario, si la fuente se acerca, es como si contrajéramos el muelle y se redujera la distancia entre vueltas: la longitud de onda del sonido se hace más pequeña y parece que es cada vez más agudo (la frecuencia aumenta).

Respondida para la sección #Quonectados Nº 199 de @QuoRevista por: José Antonio Prado Bassas (@eliatron). Profe y blogger de matemáticas.

Redacción QUO