Un análisis de la información compartida en Twitter durante la elección presidencial de los EE. UU. de 2016, descubrió que las cuentas automatizadas o bots, desempeñaron un papel desproporcionado en la difusión de información errónea.

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Indiana y publicado en Nature Communications, analizó 14 millones de mensajes y 400.000 artículos compartidos en Twitter entre mayo de 2016 y marzo de 2017.

Entre los hallazgos más sorprendentes, se puede señalar que apenas un 6% de las cuentas de Twitter que el estudio identificó como bots, fueron suficientes para difundir casi un tercio de la información de baja credibilidad en la red. Estas cuentas también fueron responsables del 34% de todos los artículos compartidos de fuentes de baja credibilidad.

El estudio también señala que los bots desempeñaron un papel importante en la promoción del contenido poco creíble en los primeros momentos antes de que una historia se vuelva viral.

Este lapso, entre 2 y 10 segundos, resalta los desafíos de contrarrestar la propagación de información errónea en línea.

«Este estudio encuentra que los bots contribuyen significativamente a la propagación de información errónea en línea, y también muestra la rapidez con la que estos mensajes pueden propagarse – explica Filippo Menczer, principal autor del estudio, en un comunicado –. Las personas tienden a confiar más en los mensajes que parecen provenir de muchas personas. Los bots se aprovechan de esta confianza al hacer que los mensajes parezcan tan populares que se engaña a personas reales para que difundan sus mensajes”.

Los investigadores también identificaron otras tácticas para difundir información errónea mediante el uso de los “robots” en Twitter. Estos incluían la amplificación de un solo tweet, potencialmente controlado por un operador humano, a través de cientos de retweets automáticos, enlaces repetidos en publicaciones recurrentes y apuntando a cuentas altamente influyentes.

Los investigadores también realizaron un experimento dentro de una versión simulada de Twitter y encontraron que eliminar el 10% por ciento de las cuentas en el sistema, en función de su probabilidad de ser bots, daba como resultado una disminución importante en el número de historias poco fiables.

Aunque su análisis se centró en Twitter, los autores del estudio agregan que otras redes sociales también son vulnerables a la manipulación.

Juan Scaliter