En menos de un lustro, en 2022, el 80% de los móviles que se vendan en el mercado tendrán inteligencia artificial incorporada según afirma un estudio de la firma Gartner, un contraste enorme respecto a las cifras de 2017 que hablaban de apenas un 10%.

Y es que el año pasado fue el primero en el cual la IA llegó a los móviles. El primero en incorporarla directamente en un microchip fue Huawei con el Mate 10. En su interior se encontraba el Kirin 970, un microprocesador construido con tecnología de 10 nanómetros (el espacio entre transistor y transistor) que incorporaba la primera NPU o unidad de procesamiento neuronal. A ellos le siguieron otros grandes como Samsung, Apple, Google, LG o OnePlus, que “vestían” el Exynos 9810, el Snapdragon 845 de Qualcomm o el A11 Bionic de Apple.

Hoy, prácticamente todos los nuevos modelos incorporan algún tipo de IA en su interior y el avance no solo se ha producido en la cantidad de marcas que llevan esta tecnología, sino en la propia tecnología. Para muestras basta un botón. Dada la disponibilidad de información en muchos casos (Apple en general es reacio a dar información precisa sobre transistores y desempeño y Qualcomm aún no ha presentado la versión siguiente al Snapdragon 845, que llegará en diciembre), lo más adecuado es analizar el desempeño de dos microchips de la misma marca. Si comparamos el Kirin 970 con la generación siguiente, el Kirin 980, las diferencias son notorias. El modelo más reciente es el primero en ser desarrollado en la tecnología de 7 nanómetros, lo que permitió incrementar la cantidad de transistores (las “neuronas” de un microchip) de 5.000 millones a 6.900. El 980 no lleva una NPU sino dos, lo que significa que puede reconocer 4.500 imágenes por minuto (un aumento del 120%). También incrementa la duración de la batería en al menos un 20% (y puede llegar al 40, dependiendo del uso), el procesamiento de la GPU (Unidad de procesamiento Gráfico) en un 46%, el de la CPU en un 75% y hasta en un tercio la velocidad de conexión a internet.

Estos son solo algunos ejemplos, pero ¿cómo influirán estos avances en los móviles que no tengan IA?

1) Pura energia

Para empezar, en la batería. Sí, es cierto que el Nokia 3310 tenía una batería que duraba “siglos”…pero eso era en el año 2000. El juego más avanzado era Snake, la conexión a internet recién comenzaba y el 3310 tenía una cámara (solo una) de 2 MP. En los tiempos del Nokia 3310, los procesadores más avanzados tenían “apenas” 55 millones de transistores y su arquitectura era de 130 nanómetros. Los teléfonos los usábamos apenas para llamar, quizás sacar alguna foto (nada de selfies) y enviar SMS. Obviamente la batería duraba mucho más que ahora, pero el uso ha cambiado.

En 2022, cuando los móviles sin IA sean minoría, la gestión de la batería recaerá exclusivamente en nosotros. Aprender a reducir un 30% el consumo requerirá tiempo y nadie querrá perderlo en eso, investigando qué aplicaciones consumen más energía, en qué momento y cómo resolverlo. A eso hay que agregarle que la IA hará que el consumo sea más eficaz identificando la tarea que estamos realizando y vinculándola a una determinada capacidad de procesamiento: es decir, les hará pensar más si estamos con un videojuego que si estamos con una videollamada.

2) ¿Y tú quién eres?

Los móviles sin IA seguirán precisando de claves y contraseñas. La identificación por huella o por el rostro es hoy casi una costumbre, pero en breve los teléfonos sabrán si es su propiestario u otra persona quien lo tiene en la mano. Ya no solo por la huella o el rostro, sino por otras variantes, como los patrones al caminar, la presión o la dirección usada al pulsar las teclas y hasta por el lugar en el que nos encontramos o las voces que nos rodean.

3) El mundo en la mano

En los viajes, los teléfonos sin inteligencia artificial incorporada, precisarán de una conexión a internet para ejercer funciones de traductor, algo que no requieren los teléfonos con IA en su interior, que pueden llevar a cabo traducciones, hasta en 60 idiomas, hasta en modo avión.

4) Conectividad, conectividad, conectividad

Vale, Siri te podrá contar algún chiste y señalarte el clima en determinado punto del país, pero si le dices que tiene frío jamás te preguntará si sube la temperatura del termostato, si estás en tu casa o si quieres que te recomiende un sitio para comprar una cazadora, si te encuentras de viaje.

5) Otros ojos

La llegada de la realidad aumentada y la identificación de objetos, solo será posible (de modo eficaz) con la IA. Los móviles que no la incorporen se quedarán fuera de este mercado y los usuarios no podrán apuntar la cámara a un sitio y obtener información inmediata sobre su historia o fotografiar un objeto (sea un pantalón o una mesa) y descubrir dónde se puede comprar y por cuánto dinero.

6) El maestro de orquesta

La cantidad de sensores conectados a la red, actualmente, es de unos 23 mil millones, pero en 2022 el número se duplicará. Los teléfonos sin IA no solo tendrán dificultad para conectarse a ellos, sino que no podrán sugerirnos usos más eficientes, ejecutar tareas en segundo plano y aprender de nuestras rutinas (de comida, transporte o compras) para permitirnos ahorrar dinero y tiempo.

7) Censura por la cara

Situación cotidiana: nuestro hijo/a nos “roba” o le damos el móvil para que vea una película. Por algún misterio él o ella lo maneja mejor que nosotros y comienza a acceder a vídeos que no son adecuados para su edad. Los móviles con IA identificarán que no somos nosotros quien lo está usando y, al reconocer a un menor, adecuará el contenido a su edad.

8) Imágenes mejor que palabras

Ya no solo se trata de la capacidad para identificar objetos, personas, animales o paisajes. Los teléfonos que no tengan IA, a la hora de tomar fotografías, no podrán combinar varias imágenes para darnos la mejor luz, la velocidad adecuada y los tonos precisos que buscamos…cada uno de nosotros. Porque no solo aprenderán a fotografiar mejor, sino que lo harán de acuerdo a nuestras preferencias.

9) Habla con ella

La ventaja de la IA en cuanto al audio no solo se reduce a identificar nuestra voz para activar la pantalla o el asistente. Por ejemplo, escuchará a un usuario roncar y , si al día siguiente es lunes, puede activar la alarma. O si estamos en otro país y vamos al cine, inmediatamente nos propondrá la descarga del audio de la película en español.

Juan Scaliter