A la lista de robots que podrían ayudar en el desastre de Japón se le podría unir el iMobot. Este robot ha sido diseñado por ingenieros de la Universidad de California (EEUU) y tiene la peculiaridad de ser modular, de manera que presenta cuatro grados de libertad controlables, con dos juntas en la sección central y dos ruedas, una en cada extremo. Un módulo individual puede conducir sobre sus ruedas, gatear como un gusano, o levantar un extremo de su cuerpo y desplazarse.

Por ello, según sus responsables, encabezados por el profesor Harry Cheng, podría ser utilizado en aplicaciones industriales para la creación rápida de prototipos robóticos complejos y como base de robots para operaciones de búsqueda y rescate en terrenos difíciles.

Graham Ryland, que ayudó a desarrollar el iMobot, explica que es muy difícil construir robots que unan las características de flexibilidad, modularidad y reconfiguración. De hecho, apostilla Ryland, no hay robots comerciales modulares en grado de investigación disponibles.

La idea sería, explica este experto, que basándose en el iMobot como modelo, los investigadores podrían centrarse en resolver problemas en otras áreas, como la inteligencia artificial, la colaboración robótica, y los sistemas reconfigurables y adaptables, sin tener que desarrollar primero la parte de hardware del robot.

Por tanto, Cheng y Ryland han formado una empresa, Barobo Inc., para desarrollar el robot de manera comercial. La empresa ha recibido una subvención inicial de investigación de la National Science Foundation de 150.000 dólares para seis meses, con la posibilidad de solicitar otros 500.000 dólares. Los inventores esperan que el robot esté disponible en el mercado a finales de este año.

Si quieres ver a iMobot en acción, aquí tienes un vídeo.

Redacción QUO