Los coches de última generación son vulnerables a ataques de hackers. Así lo ha demostrado un equipo de investigadores, liderados por Tadayoshi Kohno de la Universidad de Washington en Seattle, y Stefan Savage de la Universidad de California, San Diego.
Para ello utilizaron un ordenador portátil que conectaron al enchufe de control y utilizaron un software llamado CarSharj para enviar señales a las redes de los coches pirateados. En concreto, fueron dos vehículos sedan a los que inutilizaron los frenos y el motor cuando se encontraban en marcha.
Los investigadores han reconocido que este ataque es bastante difícil de realizar y el riesgo para los conductores es de momento bajo. No obstante, su objetivo es que los fabricantes se den cuenta de que el peligro es real y puedan incluir los sistemas de seguridad necesarios. Los científicos darán los detalles de su experimento en el IEEE Symposium on Security and Privacy en Oakland, California.

Redacción QUO