Aunque la historia no se cuenta nunca con exactitud, abreviemos diciendo que DARPA, el “brazo” de I+D del departamento de Defensa de EEUU, fue el que impulsó la creación del protocolo TCP/IP que permite a dos computadoras comunicarse. Y ahora está tramando exportar la idea fuera de la Tierra.

El razonamiento es sencillo: si los sistemas del control del Pentágono de esos satélites ya “hablan” en ese “idioma”, que los satélites lo “aprendan” también, y así será más fácil comunicarse con ellos y entre ellos. Aparte de esa ventaja de compatibilidad, el flujo de información podría ser mucho más rico: fotos de mayor definición de la jaima de Gaddafi, mejor calidad de las grabaciones interceptadas al presidente de Irán, Ahmadineyad, y toda suerte de facilidades de espionaje y no espionaje.

Al principio, de aquí a 2012 ó 2013, se harán pruebas a una velocidad mucho menor (100 kb por segundo) que la del ADSL que tenemos en casa (de 2 Mbps en adelante), pero la idea es instalar banda ancha más adelante. El problema técnico que tienen que resolver es la llamada “latencia”, es decir, cuánto tiempo tarda la información en llegar al satélite, y cuánto se demora este en contestar al servidor en la Tierra. Si eso se mejora, el Pentágono comenzará a probar con los satélites lunares para crear la futura red interplanetaria.

[image id=»15614″ data-caption=»El Envisat 7, de la ESA, envía datos sobre la atmósfera terrestre.» share=»true» expand=»true» size=»S»]

¡Ahora, que está encima!

Cuando tú solicitas una página, por ejemplo, de EEUU, tu PC no entra en ella directamente, sino que pasa por varios nodos (digamos que “estaciones de trasbordo”). Pero con los satélites, muchas veces era imposible comunicar si no estaban “a tiro”, encima del control. Con este nuevo sistema, unos aparatos actuarán de nodos de los otros: guardarán la orden recibida y se la pasarán al siguiente cuando esté cerca.

Redacción QUO