Los restos humanos encontrados en Perú pueden ser una excelente fuente de información para saber más sobre las antiguas civilizaciones del país andino

Hace unos días, un grupo de trabajadores de la empresa de gas peruana Cálidda, mientras colocaban tuberías, encontró los restos humanos de ocho personas, de unos 800 años de antigüedad, sepultados en unas tumbas comunes y rodeados de comida e instrumentos musicales. Algunos habían sido enterrados con conchas en la cabeza y tenían bolsas en las que se guardaban las hojas de coca, tradicionalmente masticadas como estimulante, según informó la agencia AFP.

Los expertos consideraron que formaban parte de un cementerio prehispánico en dicha ciudad de siglos anteriores, el cual se extendía por todo lo ancho de la carretera Panamericana Sur.

“Es un hallazgo importante que nos brinda más información sobre la historia prehispánica de Chilca”, Cecilia Camargo, arqueóloga.

Los ocho individuos habían vivido en Chilca, a unos 60 kilómetros al sur de Lima. Eran cuerpos de adultos y de niños que estaban envueltos en material vegetal, junto con restos de maíz y platos de cerámica. Cecilia Camargo, arqueóloga contratada por la empresa de gas, comentó que también aparecieron instrumentos de viento colocados a su alrededor.

Las organizaciones que se dedican a hacer excavaciones están obligadas por la ley peruana a contar con servicios arqueológicos. Esto se debe a que suelen aparecer vestigios precolombinos con asiduidad en el subsuelo de la costa, como por ejemplo en 2018, cuando los trabajadores de la misma empresa hallaron otros treinta cadáveres en Chilca.