Los rasgos psicológicos de los habitantes poblaciones de las montañas en EEUU sustentan la teoría de que las fronteras salvajes atraen a personalidades más desconfiadas y menos sociables

El cine nos ha dejado una imagen indeleble de la conquista del salvaje Oeste de Estados Unidos. Tipos duros, huraños, obsesivos, callados, agresivos, con un elevado sentido de la justivcia, y adictos al riesgo. Según ha desvelado un estudio de la Universidad de Cambridge sobre más de tres millones de personas en áreas de montaña de EEUU, algunos de estos rasgos persisten en sus habitantes hoy en día.

La teoría preexistente se denomina hipótesis de asentamiento fronterizo voluntario y consiste en que los territorios fronterizos que fueron conquistados por colonos voluntarios atrajeron un determinado tipo de personalidad, y que la topografía de la región terminó de forjarla.

Según el estudio publicado en la revista Nature, en consonancia con esta teoría de los asentamientos fronterizos, los resultados revelaron que los habitantes de las zonas montañosas eran menos sociables, más introvertidos, más neuróticos y menos meticulosos, pero más abiertos a nuevas experiencias. Estas medidas corresponden a los cinco rasgos clásicos de la personalidad.

La conclusión es que un entorno montañoso puede predecir la personalidad de las personas que han crecido allí. De hecho, el efecto de las montañas sobre el nivel de «apertura a la experiencia» es diez veces más patente en los residentes de la antigua frontera del oeste que en los de las cordilleras del este, indicando que no se trata solo de la montaña, sino de la vida en la frontera, aunque ya no exista.

Según los investigadores el efecto de las zonas montañosas sobre la personalidad es «pequeño pero robusto», y sostienen que los fenómenos psicológicos complejos están influidos por cientos de factores, por lo que cabe esperar efectos pequeños.

«Los pequeños efectos pueden hacer una gran diferencia a escala», ha comentado Friedrich Götz, autor del estudio. «Un aumento de una desviación estándar en la montaña se asocia con un cambio de alrededor del 1% en la personalidad».

REFERENCIA

Physical topography is associated with human personality