El profe de matemáticas que se desnuda llena la Residencia de estudiantes de Madrid

32 tatuajes. Uno de ellos, la pokebola; los sólidos platónicos; su ecuación favorita (Navier-Strokes); el número e… Y así, hasta 32 tatuajes se reparten por el cuerpo de Tom Crawford (@tomrockmaths)   profesor de matemáticas de la Universidad de Oxford.  Llegó a Madrid invitado por el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT) para su ciclo Matemáticas en la Residencia.

Desnudarse es algo que Crawford defiende para aligerar el rol plomizo que aún tienen las mates. Así que se desnuda a menudo en sus presentaciones y en su canal de Youtube, desde el que invita a que lo hagamos todos para divulgar ciencia.

En algunos de sus vídeos, como los de la serie Equations Stripped, explica las célebres ecuaciones que tanto le gustan, las de Navier-Stokes, al mismo tiempo que va quitándose capas de ropa.

Además, el título de su conferencia en Madrid tiene otro anzuelo: Las Matemáticas en el deporte. Primero, fútbol: Promete demostrar cómo hay que tirar el penalti perfecto. Después, running de élite: tratará por qué las “zapamuelle” con las que Eliud Kigchoge acaba de tumbar el muro de las dos horas corriendo un maratón suponen una ventaja de rendimiento en la carrera de un 4%.

Así que, a pesar de que llueve a cántaros en Madrid, no queda una silla libre en la Residencia de Estudiantes. Entre el público hay mucha más gente joven de la que suele acudir a charlas de divulgación de ciencia. La mayoría son estudiantes. El cambio del birrete por el piercing funciona.

La charla comienza con la demostración del penalti perfecto.  Crawford explica que si España perdió el mundial de 2018 en la tanda penaltis, fue porque no se usaron bien las matemáticas. “Se eligió para disparar penaltis a Koke, uno de los jugadores con peor porcentaje de aciertos en los lanzamientos de penalti de la Selección”. Y Koke falló. Las matemáticas le habrían dejado en el banquillo antes de la prorroga.

El penalti perfecto: A 1,7 metros de altura  y 0,65 metros desde el palo hacia el interior

Tras estudiar la velocidad del tiro a puerta y la capacidad de los porteros profesionales, Crawford concluye que el guardameta tiene medio segundo para reaccionar y moverse desde que el jugador dispara. En ese tiempo  puede moverse en un arco que no ocupa toda la portería y deja libre cuatro puntos clave. Ahí es donde hay que hacer diana. Ese es el disparo a  penalti perfecto: 1,7 metros de alto y 0,65 metros midiendo desde el palo hacia el interior. Claro, hay que acertar.

Tras la demostración, Tom Crawford saca una portería de juguete y pide a voluntarios que ensayen su mejor tiro. En la parte de atrás de la sala de conferencias se hace una fila de lanzadores que lo dan todo en un disparo a red. Y sigue la charla. Ahora, sobre las zapatillas del maratoniano keniata para el que han trabajado 200 científicos con el objetivo de superar uno de esos límites que separan lo humano de lo súper humano.

Eliud Kipchoge bajó de las dos horas en los más de 42 km de la distancia Maratón. Lo hizo gracias a la ayuda (entre otras cosas) de unas zapatillas, un prototipo (aun no existen) que favorecen la carrera. Crawford empleó sus mates para adivinar el futuro, y según los datos, concluye que para el año 2032 bajar de esas dos inhumanas horas será pan comido entre los runners de élite.

Y así, mientras fuera de la residencia el invierno de Madrid no escatimaba en frío, dentro de la sala fue acomodándose ese calorcito que producen las buenas conferencias.

Poco más ofreció el profe de mates. No venía a mostrar grandes descubrimientos ni a explicar los hallazgos de su investigación, venía a la Residencia de Estudiantes a divulgar en un entorno que siempre fue abierto a innovar.

¡Ah! Y no. Crawford, esta vez no se desnudó.