Una nueva técnica microscópica permite visualizar la estructura interna del ADN en tres dimensiones y conocer qué genes están activos.

Los científicos han mirando el núcleo de nuestras células por microscopios desde finales del siglo XIX, pero realmente no conocíamos demasiado de cómo se organiza el espacio ahí dentro. Sabemos que los núcleos de cada una de nuestras células contienen espirales de ADN con 6.000 millones de pares de bases, y que si los pudiéramos desenrollar llegarían a tener dos metros de longitud. Es mucho material embutido en un núcleo de tan solo 10 micrones (la centésima parte de un milímetro).

El proyecto de decodificación del genoma humano nos permitió conocer cómo era la estructura química de esta larga ristra de bases, pero la estructura tridimensional todavía era un misterio. En el grupo de investigación de Xiaoliang Sunney Xie en Harvard se empleó un método de procesamiento de imagen que interpola la estructura de los cromosomas a partir de los datos combinados de miles de células. El resultado es una imagen del ADN en 3D de alta resolución de una única célula.

Conocer esta estructura con tanta precisión permite distinguir entre unos tipos y otros de células solo con mirar a sus núcleos, y saber qué características epigenéticas expresan (qué genes están «encendidos» o «apagados»). Esto permite mirar a las neuronas responsables del sentido del olfato de un ratón y conocer a qué olor en concreto responden, pero mucho más importante, sienta las bases para identificar y curar problemas de visión, alteraciones del sistema inmune y en el futuro, tratar el cáncer y editar genes individualmente. Por si fuera poco, los cromosomas son también muy bonitos.

Referencia: Three-dimensional genome structure of a single cell. Longzhi Tan. Science 22 Nov 2019: Vol. 366, Issue 6468, pp. 964-965. DOI: 10.1126/science.aaz7774