Paso 1

Para empezar, humedece el cabello con un spray y divídelo en cuadrantes. Lo primero es peinar el cabello hacia las orejas y las sienes. Para hacerlo, arrastra el peine desde la mitad de la ceja derecha hasta la coronilla para hacer una “raya” y crear una parte longitudinal. Repite la misma acción en el otro lado de la cabeza. Tras hacer la separación, hay que atacar uno a uno cada cuadrante.

Paso 2

Levanta el cabello con el peine o los dedos. (figura B.) y corta todo lo que sobresalga con unas tijeras especiales de peluquería. Yo elegí el sistema más fácil: deslizar un peine por el cabello y usarlo de base. Se corta hasta el peine. Luego hay que ir desplazándose por el resto de la cabeza siguiendo un orden; la mejor dirección es hacia la parte posterior. Recoge el pelo en secciones del ancho de un marcador, que puede ser una horquilla o una pinza del pelo. Vete superponiéndolo para estar seguro de que siempre cortas la misma longitud. Trabajar hacia atrás en el espejo fue difícil, pero después de algunos intentos me acostumbré. Si mantienes algo de distancia entre el peine y el cuero cabelludo, evitarás “mordiscos” accidentales.

Paso 3

La parte de atrás, sorprendentemente, fue la más fácil. Donde el cabello estaba demasiado largo, coloqué el peine con mis dedos como guía y pasé un cortador de pelo por encima.

Paso 4

Finalmente, separé un poco cada oreja, cubriéndolas con la palma de la mano para evitar cortes: con mi pulgar e índice, torcí mechones de cabello en espiral. Hay que cortar solo las puntas de cada mechón y en un ángulo agudo para que el corte no sea uniforme y tenga cierto estilo.

Peine

Cómpralo de goma, no de plástico. Dura más y hace menos daño.

Tijeras

Las de peluquería tienen un filo microdentado y su corte es más preciso.

Máquina

Es una afeitadora. Servirá también para la barba o el tupé.

Botella de espray

Es la mejor manera de humedecer el pelo para el corte.

Pinzas de pelo

Sirven de guía para hacer todos los cortes de igual mamaño.

Tiritas

Bueno… las tiritas sería mejor que no tuvieras que utilizarlas.

Redacción QUO