Los primeros días de este año en los humedales de Rainham, Kent., Londres se han encontrado toneladas de plástico y otro tipo de desechos a lo largo de la costa del estuario del Támesis, un importante lugar de alimentación para aves zancudas y otros animales marinos.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con los niveles actuales de contaminación, es probable que para 2050 haya más plástico en el mar que peces.

En diciembre de 2017, Gran Bretaña se unió a otros 193 países de la ONU, entre ellos España, y firmó una resolución para ayudar a eliminar basura marina y microplásticos en el mar. Se estima que alrededor de ocho millones de toneladas métricas de plástico se abren paso en los océanos del mundo cada año. Una vez en el Océano, el plástico puede tardar cientos de años en degradarse, mientras se descompone en microplásticos cada vez más pequeños, que pueden ser consumidos por animales marinos y llegar a formar parte de la cadena alimentaria humana.