Un paseo por Nueva York dejó a los que serían los fundadores del Brain Project impresionados por la abundancia y el colorido del arte que llenaba sus calles. Un rato después, una bombilla se encendió sobre sus cabezas: ¿Y si pudiéramos usar la espectacularidad del arte para llamar la atención sobre las enfermedades que afectan a los cerebros de las personas? Es la historia de esta vistosa iniciativa que ha poblado las calles de Toronto con cien mentes interpretadas por diferentes artistas plásticos. Según sus promotores, el cerebro es una de las últimas fronteras del conocimiento médico y este proyecto ofrece la oportunidad a todo el mundo de ayudar a ampliar el entendimiento de este complejo órgano. Los cerebros se expondrán hasta septiembre y posteriormente serán subastados. La recaudación, que el año pasado ascendió a un millón de dólares, se dedicará a la investigación y el tratamiento de patologías como el alzhéimer.

Un universo en tu cabeza

Deborah Jolly quiso plasmar una  “cascada de conexiones y un derroche de verdades y mentiras”.

La mente como terapia

Estas “vacas de lluvia” imaginarias ayudaron a Morgan Sheardown a superar la muerte de su hermano.

Creativo y racional

London Kaye ilustra en su escultura las dos caras del cerebro: la más intuitiva y la que usa la lógica.

Caminos tortuosos

La cirugía cerebral a la que se tuvo que someter Mei Chan-Long marcó el diseño de su obra.

El isleño

Las islas Turcas y Caicos, de donde es originario, inspiraron a Bradley Theodore esta creación.

Neuronas delicadas

La fragilidad de los huevos que Leanne Kelly decoraba de niña es
lo que ella asocia a este órgano.

La joya oculta

La obra de Katrina Elena revela el carácter especial  de las personas con alzhéimer a pesar de los estereotipos.

El cerebro de monedas

De Raymond Waters. Cada penique representa los recuerdos de sus sucesivos dueños.