Hay ladrones que, aunque sea por su propia seguridad, deberían dedicarse a otra cosa. Es el caso de cualquiera de los que aparecen en la siguiente fotogalería. Ahora, nos vemos en la obligación de añadir un miembro más a la lista de robos absurdos.

El hecho ocurrió el pasado domingo, cuando Amanda Charsova, que dirige un espacio recreativo en California, denunció en Facebook el robo de uno de sus trenes infantiles de siete metros, el cuál está valorado en unos 58.000 €.

El colorido tren había sido guardado en un remolque negro, el cual fue estacionado en un aparcamiento de una empresa ubicada en Pleasent Hill. Además de la foto del remolque y el tren, Charsova adjuntó un texto en el que pedía que la gente tuviese los ojos bien abiertos por si veían el remolque que los viles ladrones le habían sustraído.

El caso es que la colaboración ciudadana dio sus frutos. Al día siguiente, Charsova comunicó que Laura McCollum-Perkins, una usuaria de Facebook, había visto el remolque aparcado tras un centro de yoga en Walnut Creek, apenas tres kilómetros de donde fue robado. Por suerte, el tren seguía dentro.

 

#UPDATE: This is Laura McCollum-Perkins, Danville resident. She found the train behind #WalnutCreek yoga studio pic.twitter.com/gj0YoyQvPC

— Rick Hurd (@3rdERH) 31 de julio de 2017

Según explicó Ed Sossamon, padre de Charsova y propietario de la compañía de entretenimiento infantil, al East Bay Times, «el hecho me ha devuelto la fe la humanidad».

Y este no es el único robo sin sentido. En esta fotogalería podrás encontrar muchos más:

Asalto al tren de los niños

Un desalmado robó el remolque donde la propietaria guardaba el tren de siete metros. Por suerte, tras una denuncia a través de Facebook, la colaboración ciudadana ayudó a encontrar el remolque sustraído.

El bombo de Manolo

Manolo el del Bombo ha pasado por uno de los peores tragos de su historia. Uno de los hinchas más fieles de la Selección Española de fútbol y del Valencia C.F. no pudo animar a la Roja en su enfrentamiento amistoso con Colombia. ¿El motivo? Un desalmado que robó sin piedad su bombo del vehículo de unas conocidas, el cual fue asaltado por la fuerza mientras estaba estacionado.

Por suerte, gracias en gran parte a la colaboración ciudadana, la policía recuperó el bombo de Manolo, que tan solo un día después, estaba nuevamente en su poder.

Podríamos calificar este robo como ‘absurdo’, ya que realmente los ladrones ganan muy poco con ello. Es más, al robar otros materiales como gorras y banderas del coche, lo que hacen es perjudicarse como hinchas de la Selección, ya que Manolo y su bombo son indispensables para los auténticos aficionados.

El ladrón que se anuncia en Facebook

Ninguno de nosotros somos ladrones profesionales y, aún así, lo último que se nos pasaría por la cabeza antes de llevar a cabo una situación delictiva es anunciarlo a los cuatro vientos.

Pues bien, a Andrew Hennells le pareció una buena idea anticipar en la red social que ya lo tenía todo preparado para atracar un supermercado Tesco en King’s Lynn (Norfolk, Reino Unido). Junto a la publicación, adjuntó un selfie, la foto de un cuchillo y una referencia al supermercado. Un genio el tipo.

Un puente peatonal de diez toneladas

Ocurrió en la República Checa en 2012. Un grupo de ladrones profesionales logró robar un puente peatonal de diez toneladas que estaba en desuso.

¿El modus operandi? Se hicieron pasar por una empresa privada que tenía el permiso para desmontar el puente y hacer en su lugar un carril para bicicletas.

A nadie le pareció extraño, por lo que los ladrones se salieron con la suya y robaron las diez toneladas de material a plena luz del día y sin necesidad de ocultarse. Eso sí, se calcula que sólo sacaron 5.000 euros, una cantidad muy inferior a lo que costaría volver a construir el puente.

Directos a la cárcel

Un grupo de ladrones asaltó una camioneta aparcada en Larkspur (California, 1989). Tuvieron la mala suerte de que el propietario del vehículo les sorprendió con las manos en la masa y les persiguió mientras trataban de huír.

Los ladrones treparon una valla, con tan mala pata que una vez la habían saltado, se dieron cuenta de que habían elegido el peor de los caminos: la prisión de San Quentin. Como podéis imaginar, los malhechores fueron detenidos de inmediato. Por fortuna para ellos, nunca se presentaron cargos.

¡Al suelo todo el mundo o el pepino dispara!

Un ladronzuelo llamado Gary Rough entró en una casa de apuestas de Glasgow (Escocia) con la intención de atracarla. Iba armado con una buena dosis de vitamina A, ya que como arma para el asalto usó un pepino.

No tardó mucho en ser derribado en el suelo por un agente de policía fuera de servicio. Tras ello, intentó convencer a los agentes de que era una broma. Aún así, entró en prisión en 2014.

Un casco muy revelador

Clive Bunyan entró en una tienda de Cayton (Inglaterra) y pidió a la empleada que le diese todo el dinero de la caja. No había más de 180 €.

Para huir, utilizó su moto y un casco que ocultase su identidad. Por desgracia para él, no reparó en que en su casco estaba grabado su nombre y apellido, lo que facilitó a la policía su trabajo notablemente. Fue arrestado y condenado a 200 horas de trabajo en beneficio de la comunidad por cometer este delito.

La importancia del tire y empuje

Un ladrón llamado James Allan intentó robar una tienda ubicada en Abingdon (Inglaterra) valiéndose de una pistola de juguete.

Según grabó la cámara de seguridad, todo iba bien hasta que Allan llegó a la puerta. Como a todos nos ha pasado alguna vez, tiró en lugar de empujar, por lo que cayó redondo al suelo. La grabación muestra como una de las mujeres que fue atracada, le ayuda a abrir la puerta para que pueda huir.

Muerto por intentar robar una máquina de condones

Solo un iluminado podría tratar de robar una máquina de preservativos con un artefacto explosivo. En primer lugar, si la cosa sale bien, lo más probable es que ningún condón quede en buen estado para ser utilizado o vendido. Mucho menos los billetes. Y, en el peor de los casos, puedes salir herido o, peor aún, acabar muerto.

Eso es lo que le ocurrió a un ladrón alemán en 2015. Aunque sus compinches le llevaron al hospital, fue imposible salvarle la vida.

No te hagas selfies mientras robas

El tipo que veis en la foto se llama Ashley Keast y cometió un error de lo más absurdo. Mientras robaba una casa no se le ocurrió mejor idea que hacerse un selfie dentro de la vivienda asaltada y compartirla a través de Whatsapp. Sin darse cuenta, había compartido la foto con los amigos y familiares de la víctima.

La policía no tardó en dar con él y recuperar los objetos robados. Tuvo que cumplir dos años de prisión.

El delincuente al que no le gustaba su foto

El que veis en la imagen es Donald «Chip» Pugh, sospechoso de provocar un incendio. La policía de Ohio (EEUU) divulgó una fotografía que a Pugh no le gustó absolutamente nada.

Por ello, envió una foto nueva al departamento de policía con un mensaje que decía, «aquí tienen una foto mejor, en la que han puesto salgo horrible».

Fue detenido poco después en Florida.