Se acepta burro…

La imagen es de 1931: en aquellos tiempos Estados Unidos fabricaba el 90 % de los vehículos que se vendían en todo el mundo.

Elegancia británica

Si había que evaluar las prestaciones de un chaleco salvavidas diseñado para las autoridades portuarias de Londres, se hacía. Pero siempre con el uniforme completo, gorra incluida.

En clave irónica

A principios del siglo pasado el auge por los instrumentos musicales raros, como el telarmonio, inspiró a Lewis Sydney a crear el Follyphone, un instrumento de más de 100 kilos que no producía sonido alguno.

Vuelo rasante

El Kabinenroller, un coche de tres ruedas, fue diseñado por un ingeniero aeronáutico que no podía hacer aviones. Elvis Presley no dudó en adquirir uno. Rojo.

Muy embarazoso

Quizás lo peor de esta imagen no sea el traje hinchable destinado a estimular la inteligencia de los futuros retoños de estas embarazadas y facilitar su nacimiento. Sino que fue tomada en 1965, solo 50 años atrás.

Al gimnasio se va a ligar

Indudablemente sí eran tiempos mejores. En los años 1920, las mujeres iban al gimnasio con tacones y los hombres peinados con gel. Y, lógicamente, el suelo estaba alfombrado.

Recuperar la ilusión

Tras la Gran Depresión de los años 1930, los montajes  fotográficos de cosechas gigantes (como este de 1908), animaban a la población estadounidense a recuperar el orgullo.

Con swing

Dos mujeres inician sus primeras lecciones de golf guiadas por un robot. La imagen es de 1925. Indudablemente eran los años locos: el androide terminó en el hoyo del olvido.

Moda espacial

En los años 1950 la ciencia, la prensa, el cine y hasta los cómics hablaban del cosmos. Era  tendencia el sueño de la pisar la Luna.

Respeto a las tradiciones

Besarse bajo el múerdago es una costumbre anglosajona. Hacerlo con las máscaras antigás usadas en los años de la II Guerra Mundial es fetichismo.

Una rueda global

El biciclo fue la primera máquina en ser bautizada como bicicleta. Hizo su agosto a finales del siglo XIX, cuando Thomas Stevens cruzó Estados Unidos, Europa y Asia a bordo de uno.

Esta leche me suena

La granjera de Surrey (Inglaterra) Nora Johnston estaba convencida de que las vacas ordeñadas con música –como la de este carillón– daban mejor leche.