Peter Gurnwald, un experto en estadística del Centro de Matemáticas e Informática de Holanda, se propuso la tarea de tratar de calcular cuántas personas habían muerto a lo largo de toda la historia. Y el resultado que obtuvo fue de más de 107.000 millones. Por supuesto, es una cifra que no se puede aceptar de forma rigurosa aunque, seguramente, no ande muy desencaminada.

En esta galería os vamos a ofrecer algunos de los hechos más increíbles relacionados con la muerte. Seguro, que alguna de estas cuestiones os la habéis planteado en más de una ocasión.

¿Sabemos realmente cuándo ha muerto una persona?

 Son abundantes los casos registrados de de personas que habiendo entrado en el llamado estado de muerte clínica, han vuelto a la vida. Pero, en estas supuestas resurrecciones no hay nada de sobrenatural. Más bien son un indicio de que, tal vez no tengamos muy claro que es realmente estar muerto.

 

 

 

Algunas de estas personas que han vuelto a la vida afirman que, después de que su cerebro dejara aparentemente de funcionar, eran capaces de ver y escuchar a quienes estaban a su alrededor.

 

 

 

Las investigaciones más recientes apuntan a que no existe un momento preciso en el que seamos capaces de determinar que una persona acaba realmente de morir, ya que se trata de un proceso que se produce de forma más gradual. En definitiva, que esas personas en estado de muerte clínica en realidad seguramente todavía estaban vivas. 

 

 

¿Podría el cadáver de un astronauta expandir la vida por el Universo?

Según ha explicado Gary King, un astrobiólogo de la Louisiana State University (EE UU), a la revista Astronomy magazine, bajo determinadas condiciones, algunos microbios transportados por el cadáver de un astronauta muerto, podrían sobrevivir viajando en el interior del traje espacial.

 

 

 

Y si dicho cadáver acabara precipitándose en la superficie de un planeta como Marte, dichos microorganismos podrían sobrevivir allí.

 

Por supuesto, cuanto más tiempo estuviese el cuerpo flotando en el espacio, más probabilidades habría de que las radiaciones acabasen matando a todos los microbios.

 

 

 

 

¿Y si todos los aliens se hubieran muerto?

¿Por qué los extraterrestres, si existen, no contactan con nosotros? Pues, por la sencilla razón de que, tal vez, se hayan extinguido.

 Esa es la hipótesis que han planteado astrobiólogos de la Universidad Nacional de Australia. Los científicos aseguran que la vida temprana es muy frágil y que rara vez se desarrolla con la suficiente rapidez como para sobrevivir.

Los primeros entierros se produjeron hace 350.000 años

 Así quedó evidenciado en la fosa del yacimiento de Atapuerca (España), donde a 14 metros de profundidad se encontraron los fósiles de 27 homínidos de la especie Homo heidelbergensis, un posible antecesor del Neandertal y del humano moderno.

 

¿Es verdad que la vida pasa delante de nuestros ojos al morir?

Hay algo de cierto en esa afirmación. Y se debe a que la actividad cerebral sufre un repentino repunte en los instantes previos a la muerte.  Así lo demostró una investigación realizada en 2013 por la doctora Jimo Borjigin, de la Universidad de Michigan. La especialista monitorizó la actividad cerebral de ratas mientras estaban agonizando, y observó que se generaba una altísima actividad eléctrica y se producía una gran excitación neuronal, que estimulaba diversas áreas, entre ellas las vinculadas a la memoria. «Bajo determinadas circunstancias extremas, como una experiencia cercana a la muerte, el cerebro llega a estar hiperestimulado y excitado», explicó la autora del estudio, que considera que sus resultados podrían ser extrapolables a los humanos. 

¿Cuál es la forma de morir en la que menos se sufre?

 No hay unanimidad a este respecto. Aunque el médico forense Shiya Ribowski afirmó en una ocasión que: «No se me ocurre otra forma de morir más rápida y menos dolorosa que decapitado por una guillotina».

 

¿Alcanzaremos alguna vez la vida eterna?

 El viejo sueño de la inmortalidad ha renacido gracias a los adelantes técnicos. El multimillonario ruso Dmitry Itskov se ha propuesto que los humanos podamos gozar de la vida eterna a partir del año 2045. Para ello, está financiando un  proyecto para crear androides a los que podamos transferir nuestros cerebros. De esa manera nuestra consciencia sobreviviría para siempre en el cuerpo de un robot.

 

 

¿Es verdad que el alma pesa 21 gramos?

Existen muchos mitos sobre la muerte que tomamos como ciertos cuando en realidad no lo son. Uno de ellos es el del supuesto peso del alma. 

 

En 1907 un doctor de Massachusetts llamado Duncan MacDougall llevó a cabo un experimento en el que aseguró que el ser humano perdía 21 gramos en el momento del fallecimiento. Y llego por tanto a la conclusión de que ese era el peso del alma.

 

Pero dicho experimento fue realizado sin ningún rigor y la conclusión del supuesto peso del alma carece, por tanto, de valor.

 

 

 

 

¿Por qué huelen los cadáveres?

 Un estudio realizado en 2015 por investigadores de la Universidad de Lovaina, en Bélgica, reveló que el cuerpo humano produce tras la muerte hasta 452 compuestos químicos, responsables todos ellos del peculiar mal olor que despiden los cadáveres. Entre dichas sustancias están el metano, la pustrecina y la cadaverina.

 

 

 

¿Existe una época del año en la que se produzcan más muertes?

 Según datos del informe de Estadística del Movimiento Natural de la Población, elaborado por el INE, desde 1975 enero es el mes en el que mas muertes se registran en nuestro país. Y parece ser que en el resto del mundo occidental sucede algo similar. ¿La causa? Que en esa época del año se produce un empeoramiento de las enfermedades coronarias y cardiovasculares.