Beirut vive desde principios de año una grave crisis relacionada con la gestión de las basuras. Los problemas comenzaron cuando las autoridades tuvieron que cerrar el principal vertedero de la ciudad por problemas técnicos. Eso obligó a que las bolsas cpon resíduos empezaran a ser depositadas en un solar abandonado.

Pero la acumulación llego a ser tan grande, que la basura se ha ido extendiendo hasta formar una especie de río serpenteante que recorre los suburbios la ciudad. Para tratar de poner fín a este problema, las autoridades pactaron el envío de los desechos  a Rusia, pero una serie de problemas administrativos impidió que esa solución pudiera llevarse a cabo.

La situación ha provocado la aparición de un movimiento ciudadano que, con el muy adecuado nombre de Apestas, ha convocado numerosas movilizaciones para pedir que este problema se arregle de una vez.